Las maravillas del mundo dieron el vamos al Festival de Viña del Mar

VIÑA DEL MAR.- Una correcta obertura, celebrada con entusiasmo por 15 mil personas que repletan hasta las escaleras de la Quinta Vergara, tuvo la jornada inaugural de la versión número 49 del Festival de Viña del Mar.

El vamos a esta nueva edición se dio poco después de las 22 horas, con un número inspirado en las maravillas del mundo, especialmente en "las nuevas siete", iniciativa privada que el año pasado alcanzara difusión mundial, y entre cuyas candidatas se encontraba la chilena Isla de Pascua.

Algo que de algún modo puede parecer contradictorio, dado que Rapa Nui no quedó entre las definitivas siete elegidas, y más aun cuando en algún minuto se especuló con que la Isla también sería aludida -y, de algún modo, reivindicada- en la obertura a cargo de los coreógrafos Fernando Henríquez y Susana Astorga.

Las danzas tribales y la sucesión de imágenes del Cristo Redentor y el Taj Mahal, entre otros hitos, culminaron con la aparición los animadores Sergio Lagos y Tonka Tomicic entre una maqueta del Coliseo.

Ambos fueron saludados con entusiasmo por el público, que los vio salir al escenario rigurosamente vestidos de elegante negro. Así, Lagos se dirigió a la audiencia con una extensa y algo excesiva alocución sobre las tradiciones festivaleras, que fue interrumpida por la tradicional petición del beso. Los animadores respondieron al pedido nada menos que con un "piquito", que fue ampliamente celebrado.

Tras la pausa, Lagos y Tomicic presentaron al número principal de esta jornada inaugural, el español Miguel Bosé. El intérprete, que con esta presentación se transforma en el artista que más veces ha pisado el escenario de la Quinta Vergara, abrió los fuegos con "Sereno", y a esta ahora se presenta con el total respaldo de los asistentes.