Casi todo se puede ver por el lado blanco o por el negro.
La "realidad" es una construcción que hacemos los seres humanos, que a veces logramos verla con blanco, pero otras sólo se ve lo negro.
El cómo vemos la "realidad", entonces, dependerá de la perspectiva y de la predisposición. De esto, todos tenemos evidencia: hay días que vemos esperanzador lo mismo que en otro momento nos parece desastroso. Y si nos forzaran a optar, estaríamos en guerra con nosotros mismos. Mejor es reconocer que la realidad es compleja o "blanca/negra".
En los últimos meses, los chilenos hemos estado expuestos a noticias que se ven en "código negro", es decir, mostrando la perspectiva oscura.
Probablemente se la ha visto de manera negativa porque la noticia refiere a "conflictos" de convivencia: distintos puntos de vista de lo que es correcto o incorrecto, justo o injusto.
Como a los chilenos nos da pánico el conflicto, entonces se aplica "código negro". La postura contraria la demonizamos, radicalizamos las posiciones y, lejos de ver en la otra perspectiva un aporte para comprender la compleja realidad, simplemente la descalificamos atribuyéndole intenciones malignas.
Visto en código blanco: conforme avanza la democracia de convivencia, al expresar los sentimientos sin temor, al transparentarse más las acciones, aparecemos los seres humanos en toda nuestra diversidad, complejidad e imperfectibilidad. Habrá más diferencia de opiniones y posturas; así podremos ver las tensiones e imperfecciones para resolverlas.
El conflicto se transforma en base del desarrollo si lo vemos como una expresión de legítimas diferencias. Éstas aportan perspectiva y son señales de que allí hay algo que mejorar.
La convivencia nacional no dejará de ser conflictiva, pero podremos empezar a mirar el conflicto en "código blanco", valorando el aporte de las distintas perspectivas.
