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Óscar ‘Lolo’ Peña: El eterno galán

Desde los 70 que no participaba establemente en un programa de tv chilena, pero en el escenario de “Tu cara me suena”, ni se le nota. El amor eterno de la Argandoña y galán perenne de ‘Música Libre’, regresó a las pantallas como un verdadero artista, aunque sabe que en el arte de la conquista, es el ganador. Aquí comparte sus estrategias y enfrenta las acusaciones que lo califican como “fresco”.

27 de Marzo de 2012 | 16:10 | Por Ángela Tapia F., Emol
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Felipe González, El Mercurio.
Llegó algo atrasado, pero deshaciéndose en disculpas. Un look impecable y una afabilidad que denota sus 34 años viviendo en Italia, hacen superar el detalle de la hora, sin rencores. Óscar ‘Lolo’ Peña se hace querer. Siempre parece alegre, dispuesto a ser amable, no habla ni muy fuerte, ni muy despacio, no molesta, y de vez en cuando saca una que otra historia en cruceros y casinos mediterráneos que incluyen personajes como pachás y príncipes.

“Yo soy de acá, pero me fui a los veintitantos con Loredana (Perasso), que fue mi señora. En Italia tuvimos dos niñitas, una de 17 y otra de 19, (Jennifer y Kristel). Las dos tienen la vena artística y cantan muy bien”, comenta Óscar, antes de recordar el dúo musical que por años tuvo con su ex mujer en lujosas embarcaciones, y que hoy le pasan la cuenta de buena manera, cuando ha tenido que imitar a Bob Marley, Julio Iglesias y Rod Stewart con gran éxito en el programa de Mega “Tu cara me suena”.

Ha sido una larga historia en Italia. Allá formó su familia, allá (en la ciudad de Imperia) tiene su casa y su patio con árboles que le gusta salir a recorrer; allá hizo su carrera como productor musical, y desde allá trajo a Ornella Muti el año 88 a Chile y también a una comisión del Festival de Ran Remo, tratando de unir aquel espectáculo con el local Festival de Viña.

Pero en Chile -y él es consciente de esto-, no se sabía mucho más de él, a parte de ser el eterno pololo de Raquel Argandoña, ese loco amor que nació hace 43 años y que renació décadas después, no sin un par de escándalos en los que la mismísima Loredana se hizo presente desde las tierras de la tarantella.

La situación cambio para él luego de participar en el reality “40 o 20”, donde ingresó con el propósito de conquistar a Jennifer Mayani. Y si bien no parecía mal encaminado en su objetivo, tuvo que retirarse por razones de salud de su papá, quien fallecería tiempo después. “Ha sido una de mis grandes penas”, dice ‘Lolo’, minutos antes de enseñar un diente de cocodrilo de plata que cuelga de su cuello. Se trata de su propia línea de joyas para hombre, que quiere que lleve como nombre “Óscar Peña” y la fecha de nacimiento de su padre.

Pero a pesar de su breve estadía en el programa de citas, quién iba a imaginar que se convertiría prácticamente en el real ganador, cuando al ser expulsada Mayani del programa, terminaría saliendo con Peña. “Cuando salimos, mantuvimos una relación de amistad afuera, nada más. De amistad... Entre comillas”, dice sonriendo.

Tras el reality, llegó “Fiebre de baile”, la teleserie de “Yingo”, “Gordis”, “Tu cara me suena” y un proyecto que viene desarrollando con Kena Larraín, Belén Hidalgo y Ricardo Sepúlveda, “Buenos amigos”. Parece el regreso del ‘Lolo’ Peña a la televisión chilena, después de décadas de “Música libre”.

-¿Cómo lograste mantenerte vigente por todo este tiempo? Empezaste a los 17 y hoy regresas a tus cincuenta y...
“Y tantos (ríe). Me he mantenido porque he ido evolucionando. En el sistema televisivo hay que estar constantemente haciendo cosas nuevas. Si te quedas en lo mismo, no eres entretenido y la gente cambia de canal, no causas ningún efecto. Por eso estoy actuando, de repente cantando y otras veces bailando. Y me puedo considerar un hombre feliz por lo que estoy haciendo”.

-¿Y cómo es eso de mantener la fama de galán y conquistador a tus cincuenta y tantos?
“Más que conquistador, soy una persona que escucha mucho a las otras personas. Soy un tipo que trato de no generar polémica, de estar entretenido con la persona que estoy. Primero que nada, no me creo el cuento. Tengo los pies bien puestos sobre la tierra, porque ya supe lo que es tener éxito a los 17 años y sé perfectamente que a veces lo pierdes. Trato de conversar con todo el mundo; con el que vende el diario hasta el príncipe Alberto, con el que he tenido la oportunidad de estar en algunas ocasiones en Montecarlo. Para mí no hay diferencia. Basta tener educación y estar bien con la gente. Ése es un poco el éxito que puedes tener”.

-¿Y como lo hiciste para competir de igual a igual con jóvenes de 20 en el reality?
“A veces, uno lleva adentro el tipo, ni siquiera de galán, sino de amistoso. Abro mi corazón y me muestro tal cual soy, porque cuando tratas de representar algo, no te sirve. Siempre he sido una persona afable y creo que eso también me ha abierto muchas puertas. No sé si después se pueda abrir la del corazón, pero abre puertas”.

-¿Basta eso para conquistar a una mujer con el carácter de Raquel Argandoña?
“No sé. Creo que eso fue por el afecto especial que generó el habernos conocido desde hace tanto tiempo. Fue una bonita amistad. Tuvimos un pololeo, después lo dejamos y volvimos a estar juntos. Fue una bonita relación. Cuando uno conoce mucho a una persona, le tomas afecto o la dejas para siempre. Y a mí, parece que me tomaron mucho afecto. Eso fue todo”.

-¿Y tú no a ella?
“Yo también le tomé afecto, obvio. Nos tomamos afecto mutuo”.

-¿Conoces el concepto del ‘remember’?
“Algo (ríe)... Más que ‘remember’, con ella fue un afecto que quedó congelado y un día se descongeló y fue volver a como era antes. Pero finalmente, tenemos una relación amistosa. Después de 40 años a nadie le gusta perder una amistad”.

-Algunos creen que van a volver.
“Sí, pero es muy difícil, porque cada uno ha seguido su camino. Pero eso no implica que no mantenga la amistad con ella y que nos podamos ver en algún momento, independiente de si ella tiene pareja o yo la tenga”.

-¿Estás soltero?
“Actualmente sí, y estoy muy bien hasta el momento. No tengo mucho tiempo para eso. Si quieres estar en este mundo, entre comillas, artístico, tienes muchas oportunidades de conocer chicas buenas mozas, y es difícil tener una relación con alguien que aguante eso. Si estás solo, no tienes que rendirle cuentas a nadie”.

-¿Te molesta que se te vea como un hombre fresco, que se aprovecha de las mujeres?
“Puedo dar esa impresión porque desde hace muchos años he tenido una relación con mujeres buenas mozas, y eso se vincula a un tipo que le gusta pasarlo bien y vivir la vida. Eso en parte es verdad. Me gusta pasarlo bien, porque las alegrías hay que vivirlas, así como hay que vivir las tristezas cuando llegan. Y qué mejor que vivir las cosas buenas con alguien que es simpática y buenamoza. Además, en Chile que hay tanta mujer buenamoza...”.

-Eso sonó medio fresco.
“Da la imagen de un tipo fresco, pero soy una persona que se va temprano a... -iba a decir ‘a la cama’ (ríe)-, a dormir, hago gimnasia, no fumo, no tomo y trato de llevar una vida entretenida, más que nada. Eso es lo que nos brinda la vida. De repente te enfermas y se acabó todo. Me siento un hombre afortunado; he viajado por todo el mundo, conozco mucha gente, he tenido grandes éxitos, y también mis penas, como todos. Pero en general, ha sido muy positivo todo lo que he vivido”.

-A veces da la impresión de que cuando vas a Italia, vuelves con tu ex mujer y cuando estás en Chile, picoteas por aquí y por allá. ¿Es tan así?
“Cuando yo estoy en Italia, estoy un poco en Imperia, pero sigo viajando por Europa. No estoy tampoco con mi familia. Me gustaría que vinieran para acá, pero por cuestiones de estudios, colegio y pololos de mis hijas, les es difícil venir a Chile. Existe esa imagen de que estoy allá y estoy con una persona y acá, con otra, pero con Loredana tenemos una excelente relación; es la madre de mis hijas, hemos hecho un camino juntos, muy interesante y muy bonito, tanto artísticamente como afectivamente. Y eso va a implicar que sienta cariño por ella. De la misma forma, es normal que a la persona a la cual frecuenté por un período sienta afecto por sus ex y sus cosas. No veo que haya problema en ese sentido”.

-¿Cuál es tu vicio privado?
“Mi vicio es la música. En Italia tengo tantos cd’s, que ya no me caben. Me dicen que los venda, que los bote. Pero ahí los tengo, en baúles y baúles de música. Tengo unos ocho mil”.
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