“Nunca había tenido six-pack en mi vida. Bueno, técnicamente lo tenía, pero hasta hace poco nunca lo había visto porque estaba escondido bajo una gruesa capa de grasa”, comentó Joe Warner, editor de la revista Men’s Fitness UK y rostro de una de las últimas portadas de la publicación, la que, en efecto, mostró los abdominales de este hombre en todo su esplendor.
El motivo que llevó a Joe a estar en cada kiosko de Inglaterra se debe a su inspiradora experiencia, de cómo pasó de ser un hombre de 31 años, de físico relativamente normal, a un modelo de portada en solo tres meses.
Pese a haberse dedicado a correr diariamente y competir en maratones, Joe no lograba los resultados que quería con su cuerpo. Era delgado y se veía sano, peor al igual que muchas personas, sus músculos parecían esconderse bajo su piel, y aparentemente, el rollito del estómago no quería abandonar su cuerpo.
“Por mi trabajo, interactúo con muchos modelos fitness, y siempre creí que jamás lograría tener un cuerpo como el de ellos”, comentó al Daily Mail. “Creía que simplemente no tenía los genes correctos o el tiempo para que eso pasara”.
Pero al cumplir sus 30 años, decidió averiguar si podía alcanzar un mejor nivel físico, y se entregó a las manos de un renombrado personal trainer de su país, para que le sacara el jugo en el entrenamiento. Doce semanas después, y tras ganar 10 kilos en músculo y perder 8 de grasa, los resultados fueron tan impresionantes, que dieron pie a su libro: “12 weeks body plan”.
“Cuando Joe vino a hablar conmigo, tenía un físico de ‘flaco-gordo’, que es cuando tienes una pequeña masa de músculo en tu torso, pero una gran cantidad de grasa acumulada alrededor del estómago (…) que puede producir muchos problemas de salud a largo plazo, especialmente diabetes”, dijo al medio británico Nick Mitchell, el hombre que ayudó al editor a lograr la meta en su desafío por el six-pack soñado.
“Pero Joe y yo demostramos que un régimen de entrenamiento eficaz, que no requiere horas de ejercicio aburrido, junto con una alimentación inteligente, puede reducir dramáticamente los niveles de grasa corporal”, aseguró el entrenador.
De esta forma, Joe pasó de salir a correr cerca de una hora al día, descansando solo los viernes y domingos, a entrenar en el gimnasio lunes, miércoles, viernes y sábado -este último día, a primera hora- de forma que no fuera un problema para ajustar sus sesiones a su vida laboral y social.
Además de la ayuda que el ejercicio le daba para alejarse del estrés, Joe comentó al medio británico que solía anotar en su agenda los días que tenía que ir al gimnasio, tal como lo haría para alguna reunión importante. “Suena tonto, pero les das tal nivel de importancia que es menos probable que te las saltes”.
La clave está, según Nick, en entrenar intensamente por un corto período de tiempo, dando espacio para descansar, día por medio, para darle tiempo al cuerpo de recuperarse.
El entrenador agregó que sobre exigirse en el gimnasio es contraproducente, debido a que tensiona los músculos y facilita el almacenamiento de grasa. Asimismo, es importante ir variando las rutinas que se realizan, para que el cuerpo se sienta cómodo.
En cuanto a la alimentación, Joe dejó atrás los capuccinos y las pastas, para integrar a su vida más proteínas y menos carbohidratos. Sin embargo, asegura que aún come sus platos favoritos, aunque con moderación, y que en los fines de semana se da el gusto de beber una copa de vino.
“Si yo pude, cualquiera podrá hacer lo mismo. Soy un tipo normal, con un trabajo pesado, cumpliendo metas laborales en un escritorio, por lo que encontrar tiempo para entrenar es difícil. Pero el régimen que seguí demuestra que no es necesario gastar horas y horas haciendo ejercicio para transformar radicalmente la forma en que te ves, e incluso se puede hacer en un periodo corto de tiempo”, afirmó el editor.
En la
página web creada a raíz del libro de Warner se da la opción de descargar el primer capítulo del texto.
