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Entregan pautas para dejar atrás el sexo vainilla

Una autora de textos de sexualidad invita a abrirse a las técnicas, para algunos “prohibidas”, de intimidad, como lo son el uso de cuerdas, vendas, juegos de dominación, entre otros.

20 de Diciembre de 2013 | 15:26 | Emol
¿BDSM, bondage, nyotaimori, waxing, dogging? Una serie de palabras y conceptos abundan en la literatura sexual y en la vida de algunas personas que dicen practicarlos, y tener en la intimidad una vida digna de las “Cincuenta sombras de Grey”.

Una de ellas es Tina Robbins. Esta escritora dedicada a la divulgación de temas de sexualidad, y que ya ha publicado trabajos como “Manual para disfrutar del sexo”, asegura haber pasado del sexo “vainilla” –entiéndase, formas tradicionales de intimidad-, a la aventura más desenfrenada con un alemán que conoció, y que incluyó en sus encuentros acuerdos pactados, sometimientos, juegos de rol, bondage, spanking y una serie de técnicas que las seguidoras de los libros eróticos del último tiempo, más o menos, conocen.

Y en su libro “Sexo para mujeres atrevidas” (Editorial Océano), Robbins se adentra en las formas más osadas de sexualidad, para enseñarle a sus lectoras a desinhibirse un poco y atreverse a superar miedos, sobre todo en lo que respecta a sexo con accesorios como cuerdas, vendas, y otros más curiosos, y juegos del tipo quién domina a quién.

“Hablemos claro: todos tenemos fantasías sexuales y nos excita la posibilidad de hacerlas realidad. Y no hay nada mejor para disfrutar de una vida sexual saludable y apasionante que dejar volar la imaginación (…) ¿Qué pasa si me excitan los azotes? ¿Soy raro si me gusta el sexo duro? ¿Es extraño grabarse en video mientras hago el amor con mi pareja? En pleno siglo XXI todavía nos dejamos llevar por los tópicos y los prejuicios a la hora de meternos a la cama con alguien ¿Qué tal si nos dejamos llevar de una vez por todas?”, propone Robbins en su libro.

Para comenzar, y a quienes estén dispuestas a explorar otros juegos sexuales, la autora señala algunas bases que hay que trabajar previamente, como prohibir las represiones, y atreverse a cumplir fantasías, a ampliar el repertorio de frases amatorias, abrirse a la posibilidad de incluir juguetes u objetos como lencería más atrevida, y conocer mejor las partes del cuerpo que resulten ser erógenas.

Asimismo, Robbins explica en su texto los distintos términos del que muchos se nutren para renovar su vida sexual. Algunos son:

-Bondage: Según la autora, se trata de una “práctica sexual basada en el encordamiento de la pareja, ya sea con fines estéticos-eróticos o como parte de una relación de dominación/sumisión”. Aquí, Robbins advierte a quienes se atrevan a usar cuerdas en sus relaciones, jamás pasarlas alrededor del cuello, ni dejar a una persona atada sin luego ayudarla a liberarse, entre otros consejos.

-BDSM: Se trata del término que reúne las prácticas “prohibidas” de las que habla la autora, y es un acrónimo de las iniciales de bondage, disciplina y dominación, sumisión y sadismo, y sadomasoquismo.

-Dogging: Tener relaciones sexuales en lugares públicos.

-Nyotaimori: Práctica de comer sushi o sashimi sobre el cuerpo de una mujer –nantanimori, en el caso de un hombre-. Esto puede tener sus variaciones con distintos tipos de alimentos o líquidos, siempre que sean seguros.

-Sexting: Se trata del envío de mensajes o fotografías eróticas a través del celular.

-Trampling: Práctica que consiste en pisar o caminar sobre el cuerpo de la pareja, con o sin zapatos.

-Waxing: Usar la cera derretida de una vela durante un juego sexual.

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