Andre Agassi, un buen hijo
Pero vendría luego un período de decadencia que lo alejaría del top one, retrocediendo a un amargo n° 141 del ATP, mientras las diferencias entre la pareja aflorarían al extremo de que sólo dos años después de haber dado el sí, en 1999, anunciarían su divorcio.
Meses antes, Andre ya había comenzado a repuntar con su raqueta, para estar en 1998 nuevamente entre los top ten.
Con su carrera ya estabilizada y la gloria indiscutida en el deporte, Agassi volvería a las canchas del amor de la mano de la tenista Steffi Graff, con quien contrajo matrimonio en el 2001, y que pasó a ser la madre de los dos hijos del deportista: Jaden (6) y Jaz (4).
Pero la larga trayectoria deportiva comenzaba a pasarle la cuenta a Andre: "Mi cuerpo llevaba mucho tiempo escuchándome y era hora de que yo escuchara a mi cuerpo". Es por eso que decidió decir adiós a las competencias en el 2006, para radicarse con su familia en su querida ciudad de Las Vegas.
Ahí se dedica hasta hoy con Graff al negocio inmobiliario, incluyendo la construcción de resorts en Hawai, Idaho y Costa Rica, además de administrar la fundación que el “Kid de Las Vegas” fundó en 1994: The Andre Agassi Charitable Foundation, creada para ayudar a los jóvenes en riesgo social de su ciudad.
Alejado no del todo de las canchas (el año pasado fue posible verlo jugar contra Marcelo Ríos, en el Arena Santiago, en una especie de revancha de Key Biscane 98’, cuando el Chino alcanzó el número uno tras derrotarlo), Agassi disfruta hoy de haber logrado el sueño que su padre forjó en él y de haberse despedido de su carrera deportiva con el cariño vivo de un público que vibró con cada pelota lanzada.
