En un mundo en que el rock e incluso el metal más comunes correspondían a nombres como los de Mötley Crüe, Bon Jovi, Poison, Warrant y otros más olvidables, cuesta recordar que la fusión entre metal, rap, funk y teclados eran algo no sólo raro, sino inaudito hacia mediados de los años '80. Faith No More fue uno de los grupos revolucionarios que pusieron ese nuevo sonido en el mapa, a lo largo de seis discos en doce años.
Los inicios: We care a lot (1985) e Introduce yourself (1987).
Ni siquiera fue Mike Patton sino el cantante fundador Chuck Mosely el hombre que puso la primera voz a Faith No More, para encabezar una mezcla variopinta, entre mohicano y rastaman al frente de una banda metalera con tecladista en colores, bajista funky y baterista con dreadlocks. Atractivo por donde lo vieran o lo oyeran, el grupo acoge en su tercer disco a Patton y queda listo para hacer historia. Canciones elegidas: el pulso funky metalero de "We care a lot" y la rítmica "Introduce yourself".
El momento épico: The real thing (1989)
Concentrado perfecto de todos los supuestos dogmas rockeros por derribar en 1989, el tercer disco del grupo se oye gutural en "Surprise! you're dead!", tiene un adelantadísimo cover de una de las mejores canciones de Black Sabbath, suena elástico y funky en "Falling to pieces" y consagra todas sus revoluciones en el hit "Epic":




