Los
afectados
Según cálculos de
expertos, unos US$ 50 millones mensuales está
costando la crisis del gas a las empresas eléctricas
e industrias que no han tenido otra opción que
reemplazar ese combustible por las restricciones que
vienen desde Argentina.
Las industrias que han optado por el diésel o
gas licuado para seguir operando, han enfrentado alzas
de 230% a 400% en los gastos asociados a la compra de
insumos energéticos.
En términos concretos,
se estima que reemplazar el gas por diésel significa
un gasto adicional de US$ 360 mil a US$ 415 mil diarios,
es decir, unos US$ 12 millones mensuales.
En todo caso el Gobierno ha asegurado que el suministro
a los hogares no está amenazado debido a que
existe una disposición legal que obliga a las
empresas a priorizar este envío por sobre el
industrial.
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