Probablemente si usted escucha hablar de proyectos o competencias interescolares, pensará que es uno de esos típicos campeonatos en los que participan varios colegios. Por ejemplo, si a alguien le gusta mucho el fútbol y tiene un talento aceptable, lo más seguro es que haya defendido los colores de su escuela en algún partido. Por supuesto, vale la pena preguntarse qué utilidad tiene esto en la educación de los niños. Lo pasan bien pero se puede pensar que es sólo una actividad recreativa o competitiva. Nada más lejos de la verdad, pues para los psicólogos estas actividades tienen un valor fundamental en el desarrollo de la personalidad, pues le da la posibilidad de mostrar sus habilidades en un ámbito más importante (al menos para el individuo) que la sala de clases. "Para los colegios es muy importante participar en estas competencias, porque se aseguran que el alumno esté ocupando bien su tiempo libre. Representar a su colegio les sube la autoestima, les hace sentirse importantes y les ayuda a sociabilizar con sus pares de otros cursos u otros colegios", según dice Bilbao. Junto con esto, hay que destacar que para un establecimiento educacional siempre es importante generar una identificación con los alumnos. En muchos lugares pasa que, a la hora de tocar el himno del colegio, el patio se queda súbitamente vacío. Bueno, puede que una canción no identifique a mucha gente, pero competencias de diferentes disciplinas en representación de la escuela si lo puede lograr. "Recuerdo que a mi hijo le cargaba el colegio. Lo único que quería era irse. Hasta que se integró al equipo de fútbol y ahí, como era bueno, encontró una motivación para esforzarse, que luego se contagió a los ramos regulares", cuenta Ricardo. Pero ojo, porque no sólo hay interescolares deportivos. Dependiendo del colegio, también hay competencias culturales, de conocimientos, de debate y muchas otras, que conforman un amplio abanico de posibilidades para que los niños y los jóvenes participen. Estos campeonatos también son importantes para las empresas y fundaciones, pues a éstas les conviene estar relacionadas con una acción que beneficie a la juventud. Además, nunca se sabe si, auspiciando uno de estos eventos, se puedan encontrar con un niño prodigio.