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Biografías

Después de una nueva gira, se tomó una nueva pausa y se mudó definitivamente a Londres con toda su familia. El 2002 participó en una nueva película; el 2003, además del single Die another day de la banda sonora de la película del mismo nombre de la saga 007, sacó el disco "American Life".

 

Madonna decidió, luego, dedicarse mucho más a los niños, a sus miedos y angustias, y escribió una serie de cuentos, de los que se han publicado cinco: "Las rosas inglesas", "Las manzanas del señor Peabody", "Yakov y los siete ladrones","Las aventuras de Abdi", y "Montonese De Millonese".

 

También se acercó cada vez más al Kabbalah, una vertiente mística del judaísmo que hace una interpretación numérica de la Biblia. "Sin duda, mis gustos y prioridades cambiaron", ha dicho, "pero sigo preguntando ¿por qué? El hecho de que sea madre no significa que no siga siendo rebelde, que no desafíe las convenciones y al sistema". Y cuando le preguntan por qué estudia la Torá o cómo es posible que se vista con ropa apretada y al mismo tiempo le rece a Dios, ella responde: "Me resulta muy extraño que sea algo tan inquietante para tanta gente. No le hago daño a nadie".

 

El mes pasado acaba de lanzar "Confessions on a dance floor", un disco en el que pretende mostrar que es una madre dedicada, pero no aburrida. "Nada de baladas, ni de canciones lentas. Será sólo música para bailar", anunció el 16 de agosto, día en que cumplió 47 años.

 

 

 

 





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