
Detroit (EFE).- A los fabricantes de automóviles les gusta repetir que no venden sólo coches, sino sueños, imágenes, símbolos y en el salón del automóvil de Detroit, las compañías se esfuerzan por demostrarlo a cada oportunidad que tienen. No todos los días uno puede ver al máximo ejecutivo de una de las mayores compañías automovilísticas del mundo ataviado con un delantal, arremangado y batiendo un par de huevos frente a centenares de personas.
Pero eso es precisamente lo que hizo Tom LaSorda, consejero delegado del Grupo Chrysler, el domingo en la primera jornada del Salón Internacional del Automóvil de Norteamérica (NAIAS) para presentar los dos nuevos vehículos de su empresa, los monovolúmenes Chrysler Town and Country y Dodge Grand Caravan.
LaSorda apareció sobre el escenario de Chrysler en el Centro Cobo en el que se desarrolla NAIAS acompañado por Bobby Flay, un conocido cocinero y autor de libros de cocina, para preparar un par de platos con los que identificar al Town and Country y al Grand Caravan.
Automóvil y cocina. La combinación no es un capricho.
Para LaSorda, el Town and Country y el Grand Caravan representan ''el pan y la mantequilla'' de su compañía, los productos básicos con los que se alimenta la gigantesca maquinaria que es la empresa automovilística.
Además, una de las novedades con que cuenta esta nueva generación de vehículos convierte las dos filas de asientos traseros en prácticamente un comedor, con mesa y sillas incluidas, para cuatro personas.
Y mientras que el Grupo Chrysler eligió alimentar a la clase media y suburbana de Norteamérica con pan y mantequilla, la otra mitad de la empresa, Mercedes-Benz, optó por nutrir a sus posibles clientes con algo más espiritual.
Los alemanes decidieron mostrar las cualidades de su tracción total 4Matic instalando una pista de patinaje sobre hielo en la que se movían parejas de patinadores artísticos y uno de los nuevos modelos de la Clase S, el S550, con la tracción total.
Toda una ironía dada la cambiante meteorología que experimenta el globo, según la inmensa mayoría de los científicos debido a las emisiones de gases que provocan el efecto invernadero y a las que la industria del automóvil ha contribuido en una importante medida.
Y aunque Detroit debería estar por estas fechas cubierta de nieve, o al menos con temperaturas bajo cero, algo que todavía no se ha producido, esto no impidió a Mercedes-Benz añadir un nuevo elemento a su mundo de ensueño. Un trineo tirado por perros ''huskies'' para completar su presentación de la Clase S.
Como en pasados años, Ford -que pasa por uno de los momentos más bajos de su historia reciente- se reservó el circular estadio Cobo para presentar su espectáculo cargado de potentes luces multicolores y rampas por las que circular sus nuevos modelos.
Esta vez su sueño está cargado de electricidad y es en tecnicolor, o al menos verde. Wagoner, que durante años se negó a considerar como coche cualquier vehículo que no estuviese dotado de un motor de gasolina, ahora ve un mundo en el que los automóviles se moverán gracias a que ya no utilizan petróleo. La idea ya tiene nombre, E-Flex, y un prototipo, el Chevrolet Volt.
