Discriminación:
SIGUEN "BARRERAS" A DISCAPACITADOS
 |
Según
los estudiosinternacionales
las personas con algún grado de
discapacidad serían alrededor del
10% de la población. |
El 73% de los edificios públicos del país todavía
no tiene ingreso habilitado para minusválidos.
Luis
se acerca al "precipicio", mira hacia abajo y de forma instintiva
detiene, con sus manos gruesas y callosas, su silla de ruedas, mientras
exclama: "¡No puedo bajar!".
Tiene
delante de sí una rampa de dos metros muy empinada, que de avanzar
20 centímetros más cae de bruces.
Luis
es minusválido y con su silla de ruedas debe transitar por calles,
veredas, edificios y servicios públicos para realizar sus trámites.
Con
la diferencia que depende de rampas, desniveles, escaleras mecánicas
y ascensores.
Es
justamente en el acceso de los discapacitados a los inmuebles públicos
donde nuestro país mantiene una gran deuda.
Ello,
a pesar de la ley que entró en vigencia en enero pasado y que
obliga a los edificios de uso público y colectivo a tener un
acceso para minusválidos.
So
pena de una multa de 20 UTM ($600 mil), previa fiscalización
del departamento de obras municipales.
La
cifra es concluyente: de 9.273 edificios públicos, sólo
2.457 -equivalente al 27%- cumple la norma, según el catastro
del Ministerio de Vivienda y Urbanismo.
Están
ubicados en 162 de 345 municipios, explicó Cecilia Leiva, de
la División de Desarrollo Urbano del Minvu.
El
problema central para hacer cumplir la ley, reconoce Andrea Zondek,
directora del Fondo Nacional de la Discapacidad (Fonadis), es difundirla,
capacitar a los inspectores municipales y tener más recursos.
|
La
mayoría de los museos, cines, teatros, restaurantes no
diseñan sus estructuras pensando en los discapacitados |
También
se requiere un "cambio cultural" para integrar a los discapacitados,
agregó.
Pero
Zondek aseguró que la normativa ha permitido dar "pasos
importantes".
Pedro
Sabat, alcalde de Ñuñoa y presidente de la Asociación
Chilena de Municipalidades (AChM), reconoció que falta personal
y recursos para instalar los accesos. Aunque advirtió que "no
hay excusas".
"Falta
capacitación y motivación. Hay que persistir", dijo
el alcalde.
En
su comuna formó la Comisión de Discapacidad, que se encargó
de catastrar calle por calle.
Cada
mes entregaban los informes y el municipio actuaba en forma instantánea
acatando las sugerencias.
De
este modo, Ñuñoa tiene garantizados los accesos para los
minusválidos. "Tiene que haber participación y compromiso",
es el lema de Sabat.
Santiago
también se sumó a la comuna de los cumplidores con una
campaña fiscalizadora a cargo de Víctor Manuel Gómez,
jefe de Inspección Técnica.
En
cinco sectores dividió el municipio: Microcentro, Alameda Oriente,
Poniente, Barrio Universitario y Plaza Bulnes-San Diego.
Se
fiscalizaron 1.140 edificios y aplicaron 173 partes, de los cuales el
80% se pagó.
"La
respuesta ha sido muy favorable", relata. A algunos edificios se
les dio plazo entre 30 y 90 días para cumplir la norma.
Pero
lo preocupante es que muchas todavía no aplican la norma.
Por
ello Alejandro Cúper, presidente de la Asociación de Jueces
de Policía Local, reconoce que ha habido "pocas denuncias"
de los fiscalizadores.
 |
| La
mayoría de los edificios públicos no tienen accesos
y si los tienen son por puertas laterales. Otros como el congreso
tienen acceso sólo a algunos lugares pero si un discapacitado
llegara a ser Senador no podría ejercer su cargo en la sala
por problemas arquitectónicos. |
Para
revertir esta situación, el diputado Antonio Leal, miembro de
la comisión especial de Discapacidad de la Cámara, llamó
a los alcaldes a "cumplir con la ley", y fiscalizar y sancionar
a los infractores.
"Ha
habido una evidente negligencia. No existe cultura de la discapacidad",
dijo.
Lo
que constató Mónica Cuevas, lectora de este diario, al
visitar la Estación Mapocho junto a su padre -quien se desplazaba
con muletas-, y no pudo ingresar a la Feria del Libro porque no había
estacionamiento para discapacitados.
¿Cuántos
son?
¿Cómo hacer políticas efectivas para los discapacitados
si nadie sabe cuántos son realmente? Es la pregunta que se hacen
en el Fonadis. El Censo de 2002 arrojó que el 2,21% de la población
tiene algún tipo de discapacidad. Pero la cifra es muy inferior
al 21,7% de chilenos que declaró lo mismo en una investigación
del ministerio de Salud en 2000.
Para
aumentar las dudas, la encuesta Casen del mismo año reflejó
que el 5,3% de los chilenos tiene algún tipo de deficiencia física.
Y, según la Organización Mundial de Salud, en Chile el rango
estaría entre el 7% y el 10%. Para saber realmente quiénes
y cuántos, el Fonadis realizó el Estudio Clasificador Internacional
del Funcionamiento de la Discapacidad y la Salud (CIF). Las cifras estarán
disponibles en los próximos días y se espera reflejen la
realidad en forma más precisa. |