TELETON
2004
La
Teletón 2003 dejó un aire de insatisfacción
entre todos los que colaboran con la campaña. Si bien la
meta fue cumplida, a duras penas, pero cumplida al fin, se sabe
que sin el alargue de tiempo, la ayuda del directorio de la fundación
Teletón y el aporte final del gobierno, el fracaso habría
sido la noticia de esos días.
Ante
tal resultado ya se comenzó a reestructurar la campaña
de este año. Incluso hay quienes hablan de un profundo
cambio, de un antes y después del 2003.
Hasta
ahora todo ha apuntado más bien a cambios técnicos,
producción y publicidad que estuvo equivocada, sin embargo
no se ha puesto hincapié en quizás el factor más
importante que ha tenido esta campaña durante sus más
de veinte años de existencia: La solidaridad.
Pese
a que lo recaudado permitió decir "cumplimos"
se sabe que lo conseguido el año pasado fue inferior a
lo logrado en años anteriores y, lo que es peor, la cantidad
de donantes cayó en un diez por ciento, algo así
como 130 mil adherentes menos.
Si
bien el año pasado se tuvieron circunstancias más
difíciles, como la alta cantidad de cesantía y que
la fecha fue a fin de mes, en circunstancias de que, tradicionalmente,
había tenido lugar en el primer fin de semana de diciembre,
como ahora, tal argumento no es tan sólido como para justificar
una baja tan considerable del número de donantes.
Quizás
la razón principal a esta situación tenga que buscarse
más en un aspecto sociológico: la sostenida disminución
de la confianza, tanto en las instituciones como entre las personas.
Los
sucesivos escándalos de corrupción, fraude y pedofilia,
con graves conflictos de poder y desencuentros políticos
asociados a ellos, se han constituido en motivo poderoso para
que las personas tiendan a refugiarse cada vez más en sí
mismas y se desentiendan crecientemente de lo colectivo, incluidas
causas tan nobles como la Teletón. En esta línea,
las expresiones del senador Lavandero en referencia a arreglos
entre las empresas que apoyan a la Teletón y los artistas
que participan en ella, deben ser entendidas como un síntoma
de este fenómeno.
Es
curioso como que un mail, sin datos certeros y menos con cifras
comprobables haya sido tan bien recibido por un senador y haya
tenido tanto eco en la ciudadanía. Curioso porque desde
hacía mucho tiempo que ese tema corría como un rumor
pero que nunca en veinte años se había podido comprobar.
El
desgano o quizás el desincentivo se ve aumentado si se
considera la gran cantidad de campañas que hoy en día
existen en nuestro país y que se ha profesionalizado con
el correr del tiempo.
Sería
interesante realizar un juego futurista y pensar realmente en
qué sucederá con la Teletón cuando ya "Don
Francisco" no esté. Es sin duda necesario y obligatorio
que el Estado se haga cargo de la rehabilitación de los
discapacitados, pero perderíamos un capital humano increíble
al traspasar toda la responsabilidad al Gobierno.
Si
hoy gracias a la Teletón, el tema de ayudar a los discapacitados
está en el inconsciente nacional y pese a todo ello aún
no se cumplen con las leyes de integración y peor aún,
existe todavía la discriminación, ¿qué
sucedería en nuestra sociedad sin esta campaña?
Si
vamos a traspasar la responsabilidad de rehabilitar y de integrar
al Estado, ¿será como un beneficio para todos estos
niños o como una necesidad de la sociedad de deshacerse
de esta gran carga?
La
respuesta la dará nuestro país este 3 y 4 de diciembre
cuando concurran al Banco a depositar en la cuenta 24.500-03 del
Banco de Chile..
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