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Entre lo oculto y lo femenino: Camila Moreno presenta "Mala Madre", su nuevo disco

Desde la desnudez de su portada a la profunda vulnerabilidad de sus letras y sonidos, Camila Moreno explora en esta nueva entrega lo oculto, lo relacionado con lo arcano, lo pagano, eso que por centurias se nos ha mostrado como prohibido. Dice que perdió el pudor, que busca una obra que vaya más allá, que incomode, y con Mala Madre parece haberla hallado, aunque tuvo que dejar todo en el camino.

06 de Junio de 2015 | 08:13 | Por Felipe Kraljevich M., Emol
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El disco "Mala Madre" se lanzó a través de descarga gratuita (por 24 hoars) esta semana.

Archivo El Mercurio.

Lee aquí la crítica de Mala Madre.

SANTIAGO.- En alguna revista mencionó que sus canciones salen desde la rabia, entre otros sentimientos. ¿Cómo lograr un acercamiento a eso? La definición que tiene la Real Academia de la Lengua Española para esa sensación es sencilla: Habla de la ira, del enfado, del enojo, del hallarse en situaciones negativas que provocan una explosión de "malas obras". Entonces, ¿cómo esto puede terminar en la creación de un disco como Mala Madre, la nueva entrega de la cantautora Camila Moreno?

Quizás, como ha mencionado ella, sea el hecho de despegarse de una imagen con la que nunca se sintió cómoda. Desde sus inicios, ésos que llevan a Almismotiempo y al sencillo "Millones", se la puso al lado de figuras como Gepe, Manuel García, Leo Quinteros y otros que, en un comienzo, daban el salto a algo que someramente se denominó como la "nueva canción chilena". Y desde ese instante, Camila Moreno ha tratado de sacarse esa etiqueta tomando riesgos sonoros, más cercanos a sus reconocidas influencias (Björk, PJ Harvey, Radiohead) que a la trova que en algún momento pareció alimentar su discurso.

"A mí me aburren harto las modas, la verdad", dice Camila. "Me aburre la condescendencia que tiene la moda. Y me aburre también el mundo bilz y pap, en lo personal" explica cuando se le pregunta del radical cambio que existe entre Mala Madre y su anterior trabajo, Panal, un álbum que aunque supuso un quiebre con su primer registro, seguía confiando en elementos atribuibles a la cantante: Las cuerdas.

-En Mala Madre pesan mucho las percusiones. Por ahí decías que te habías acercado al piano para este disco, pero mi impresión es que son las percusiones las que hacen a las canciones.


-El origen de las canciones está en el piano pero después me fui a construir las baterías al estudio por dos días con tres bateristas distintos, y les pedí que hicieran loops, y fue súper construido sobre lo rítmico. El disco tiene un rollo mucho más fuerte con el baile que quizás cualquiera de los discos anteriores.

La danza siempre ha estado presente en la historia de la cantante. De hecho, su pasión por el baile inunda los sonidos que aparecen en Mala Madre, aunque de forma sutil. "En muchas canciones se ocupa la palabra ´'baile'. 'Bailar, voy a liberarme a través del baile', que también es la deuda que yo tengo con la danza, que yo estudié eso, lo dejé en una pausa ahí y mi cuerpo me lo cobra", dice sonriendo.

-Pero en el show en vivo podrías pagar esa deuda.


-Sí, por eso he tratado de dejar más la guitarra y de sólo cantar, me permite más movilidad. Pero aún así no es lo mismo. Cuando tenga más presupuesto, voy a poder hacerlo más, ¿cachai? Para ya no tocar nada y sólo bailar y ponerme unos chayanne (se refiere al micrófono de diadema), y voy a cantar como Chayanne y voy a subir la pata (dice entre risas).

La inspiración oculta de Mala Madre

Aunque se vea contradictorio, este salto al vacío que realizó Camila Moreno con su tercer trabajo tiene una justificación mucho más profunda de la que uno podría imaginar, un concepto detrás de lo que el mismo título del disco quería ejemplificar. "Yo ya venía trabajándolo (el concepto), la relación de la mala madre con las brujas, por la relación que encontré con la planta y la fealdad, y también porque encontré que las mujeres que menstruaban en la luna llena eran expulsadas de las tribus, y estas mujeres fueron las que desarrollaron la brujería, la hechicería", comenta.

Así, la cantante llegó, gracias a un amigo, al Malleum Malleficarum, texto con el que se basó la inquisición para la quema de mujeres, acusadas de "brujas". Fue con esto que Camila dio la vuelta necesaria para redondear y completar el concepto detrás de Mala Madre. "Es un poco investigar de dónde venía este arquetipo de la bruja y por qué el humano decide, de una u otra manera, calificar esas emociones o esas cualidades como algo negativo, algo diabólico, que son emociones como la rabia, como la pena, como la violencia, como el acercamiento a lo salvaje, el acercamiento hacia la naturaleza, hacia cosas que no se pueden controlar".

-¿Este acercamiento que explicas es lo que hace que el disco se sienta más "vulnerable" que tus otros trabajos?


- Claro, sí. Está eso y está la necesidad de la desnudez, y como de ponerme un poco… como de inmolarse, no sé. Como de "ya no tengo nada más que ocultar, puse todo en el disco". O sea, puse todas mis decepciones amorosas.

-¿No te dio algo de pudor el hacerlo, el poner canciones tan personales y directas?


-No, perdí el pudor. Creo que el pudor es algo súper cultural también, y me gusta faltarle el respeto a todas esas cosas, como a lo cuán íntimo puedes ser en la comunicación con alguien que no conoces. Eso me gusta, me gusta saltarme esos protocolos como "oye, yo soy humano, tú eres humano, tenemos como, no sé, cuatrocientos días para protocolizar quién en verdad somos". Me aburre eso en las relaciones humanas, y en lo musical busco también esa incomodidad.

En ese sentido, el denominador común de esa "incomodidad musical" que dice Camila es Cristián Heyne. Con él, ya había trabajado en Panal. "Yo creo que es un productor que lleva a los artistas donde ellos quieren ir, ésa es como su gran gracia. Él es, en ese sentido, una especie de gurú", explica la cantante. Sin embargo, en esta ocasión se sumaron dos personas más: Cristóbal Carvajal y Tomás Preuss. Y aunque fueron cuatro, la palabra final siempre la tuvo la cantante. "También esa decisión fue bien impulsada por Heyne, que me decía 'toma las decisiones tú, porque este disco es súper femenino. No dejís que los hombres tomen las decisiones finales, nosotros te podemos guiar y ayudar, y las canciones son increíbles'. Y también siento eso en el disco, que se nota una mano femenina súper imperante en las decisiones finales".

-Femenina, mas no feminista.


-No, es que yo no creo en el feminismo. Creo en lo femenino. Creo que lo femenino es algo que atraviesa a la humanidad, tanto a hombres como a mujeres. Es una energía que todos tenemos, que existe en la naturaleza y que existe en todas las cosas, y es una energía que también tenemos desequilibrada con respecto a la energía masculina, que también nos atraviesa a todos.

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