Arturo Salah en la presentación de su candidatura a presidente de la ANFP
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SANTIAGO.- Luego de haber dedicado casi toda su vida al mundo del fútbol, Arturo Salah acaba de ser elegido como el mandamás del máximo organismo de balompié chileno. En ese sentido el ex DT posee una carrera muy nutrida, donde se ha dedicado a diversas facetas del deporte rey, destacando siempre como líder.
Como jugador, Salah se formó en Audax Italiano donde debutó como delantero en 1969. También militó en Universidad de Chile y Universidad Católica, retirándose en Palestino en 1982. A pesar de no haber tenido una carrera muy exitosa como futbolista, ese sería solo el preámbulo de una brillante trayectoria como director técnico.
Cuatro años después de haberse retirado como jugador, el también ingeniero civil debutó como DT de Colo Colo en 1986. Junto a los albos, Salah obtuvo tres Copa Chile, dos del torneo nacional y, a pesar de haberse ido del popular en 1990 para dirigir la selección chilena, estableció la base del equipo que saliera campeón de la Copa Libertadores en 1991.
En la selección, a pesar de haber salido tercero de la Copa América de 1991, Salah fue remplazado por Mirko Jozic, llegando en 1992 a Universidad de Chile. En la U dirigió a jugadores como Marcelo Salas, Ronald Fuentes o Víctor Hugo Castañeda, a quienes dejó a mitad de camino para comandar al Monterrey de México.
De ahí en adelante el ex jugador mantuvo una constante y destacada trayectoria como DT, haciendo una pausa solo entre 2001-2003, años en los que, durante el Gobierno de Ricardo Lagos, se desempeñó como Subsecretario de Chiledeportes. Salah, entonces, dirigió a: la U (dos veces), a Monterrey, a Cobreloa, Huachipato (dos veces) y a Wanderers, donde se retiró en 2012.
Sin embargo, ese no sería el fin de Salah dentro del mundo futbolístico, ya que entre 2013 y 2015 fue presidente de Blanco y Negro, asumiendo, por primera vez, como dirigente de un club deportivo.
Hoy día, Don Arturo fue elegido como presidente de la máxima entidad del fútbol profesional chileno, por 28 votos contra los 16 que obtuvo su rival, Pablo Milad. La tarea que debe afrontar no es simple, aunque algo que le sobra a Salah respecto al balompié es experiencia.
