SANTIAGO.- Los nombres de Martina Weil y Elisa Keitel poco a poco comienzan a tomar protagonismo en el atletismo nacional. Y no precisamente por tener reconocidos apellidos en este deporte.
Martina es la hija mayor de uno de los mejores lanzadores de bala que tuvo Chile, Gert Weil, y de la colombiana Ximena Restrepo, medallista de bronce en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992.
Elisa, es hija del corredor criollo más rápido de la historia, Sebastián Keitel, y de la ex campeona nacional de velocidad, Lisette Rondón.
Si bien al hablar de ellas es imposible no relacionarlas con sus destacados progenitores, ambas, a su corta edad, ya brillan con luces propias. Así quedó demostrado este fin de semana en el Interescolar Mario Correa.
Martina, de 16 años, ganó cuatro medallas de oro en la categoría Superior: 100 y 400 metros planos, y en las postas 4x100 y CAS.
Elisa no fue menos. A sus 14 años también se colgó cuatro preseas doradas en la categoría Intermedia: 100m planos, 80m vallas, y en los revelos 4x100 y CAS. Además, obtuvo plata en los 300m.
Ambas estudian en el Villa María Acamedy y si bien no tienen la misma edad, son amigas. Sus promisorios éxitos, claramente, son motivo de orgullo para sus padres.
"Estoy muy contento por todo lo que está haciendo. Elisa sólo tiene 14 años y tiene sin duda un tremendo futuro por delante. Ha hecho muchos esfuerzos por conseguir sus objetivos", cuenta a Emol el aún récord nacional en los 100 y 200m, Sebastián Keitel.
El doble campeón panamericano Gert Weil también saca pecho al hablar de Martina. "Es un gran orgullo verla hoy, pero más que por los triunfos, porque ella eligió este camino. Lo más importante para nosotros es verla feliz y contenta, eso está pasando hoy", sostiene.
Conociendo a dos jóvenes promesas
Tanto Elisa como Martina crecieron viendo los éxitos cosechados por sus padres. Sin embargo, sus historias son algo distantes y no siempre el atletismo fue la primera opción para ambas.
"Mis padres fueron muy fundamentales en todo esto, ellos me alentaron desde chica. Yo crecí viéndolos a ellos competir, eso me motivó a entrar con todo a este deporte", relata la hija de Sebastián y Lissette.
La vida de Elisa hoy se desarrolla entre sus estudios en el Villa María Academy y su pasión por el deporte de velocidad.
"Ella entrena seis veces días a la semana, los dos meses del verano esforzándose. Está sembrando para ir cosechando poco a poco, ojalá más adelante pueda hacer tremendas cosas", dice su padre.
La historia de Martina es distinta. Su pasión hace muy poco era por el básquetbol, sin embargo, a finales del año pasado dio un giro radical y decidió entrar de lleno en el atletismo, una disciplina a la que alguna vez le cerró la puerta.
"Hace unos años, en mi casa era tabú el tema del atletismo. No porque mis padres fueron atletas yo también tenía que serlo. Me preguntaban siempre si hacía atletismo y yo les decía no, que no me interesaba. Pero ahora me trago mis palabras", confesaba hace un tiempo la mayor del clan Weil-Restrepo.
Pero pese a que ya está viendo éxitos en este deporte, su padre no la quiere apurar. El ex lanzador de la bala tiene claro que su hija sólo tiene 16 años y aún le queda mucho camino por recorrer.
"No hay que apurarla, a esta edad todavía no están maduros, no se puede marear con medallas o copas, hoy lo debe ver como un juego, lo más duro viene más adelante. Cuenta con todo nuestro apoyo", señala Gert.
Elisa y Martina ya comienzan a cosechar éxitos en su corta carrera y aunque claramente les queda mucho por recorrer, ya han demostrado que llevan el atletismo en la sangre.