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La nueva vida de Ricardo Soto tras hacer historia y convertirse en la gran promesa olímpica de Chile

Después de su destacada participación en Río 2016 creció su fama incluso entre las mujeres y hasta su nombre le pusieron al gimnasio del colegio donde estudia.

01 de Octubre de 2016 | 16:00 | Por Fabrizio Belmar, enviado especial a Arica
ARICA.- El pasado 5 de julio Ricardo Soto, un joven de apenas 16 años sacaba pasajes para representar a Chile en el tiro con arco en los Juegos Olímpicos que se realizaron en Río de Janeiro.

Se convertía así en el deportista nacional más joven en toda la historia en clasificar a una cita de los cinco anillos.Y en Brasil brilló. Ilusionó a todos llegando hasta octavos de final en su disciplina. Y desde ahí todo cambió. Agarró una inusitada popularidad que antes no tenía.

De hecho, al entrar a su hogar en Arica, ciudad en la que reside desde hace ya varios años, y al hablar con él se puede notar la forma en que se desenvuelve. Porque hoy es un personaje reconocido en la escena nacional, pero él no permite que aquello "se le suba a la cabeza".
"Me reconocen a veces. Me piden fotos en algunas oportunidades. En mi colegio le pusieron mi nombre al gimnasio, en octubre me van a hacer hijo ilustre de Arica y me regalaron el picaflor de Arica", comenta mientras toma desayuno en su casa, debido a un fuerte resfrío que lo obligó a faltar al colegio.

El reconocimiento de Soto en su tierra es enorme. Al recorrer las calles de la ciudad nortina se nota que la gente sabe de él. De hecho, al intentar llegar al sitio donde el arquero chileno entrena a diario, las personas al ser consultadas señalan que ahí practica el que hoy se ha convertido prácticamente en un emblema para el deporte y para Arica.

Y ésto es respaldado desde su colegio. En el Adolfo Beyzaga Ovando, Ricardo Soto se ha convertido casi en el rostro de este establecimiento. Incluso, al entrar al recinto hay un mural con la leyenda "Incentivando el deporte y la vida saludable", donde destaca una foto de Soto en una de sus competencias, además de varios recortes de prensa que narran sus distintos logros en la escena internacional pegados en las paredes del establecimiento.

Además, tal como confesó el arquero chileno, al interior de la escuela se puede apreciar el gimnasio techado, el cual se utiliza para las distintas actividades físicas que se realizan en las diferentes clases, donde destaca en su puerta una insignia con el nombre del lugar: Gimnasio Deportivo Ricardo Soto Pedraza, en reconocimiento a nuestro alumno por su brillante participación en los JJ.OO. de Río 2016.

"Él es un hito dentro del colegio en términos del entusiasmo que provoca en los alumnos, de partida en el inicio del deporte mismo. Ricardo el último día que estuvo antes de irse a las olimpiadas vino con su entrenador, su uniforme deportivo, y eso causa interés en los más pequeños. Y él pasó por todas las salas despidiéndose de sus compañeros", reveló Raúl Vásquez, inspector general del colegio Adolfo Beyzaga.

Y no sólo eso. El docente también fue enfático en recalcar en lo que se ha convertido Soto dentro del ambiente escolar: Un referente para los más jóvenes, pero sin dejar de lado la humildad que lo caracteriza. De hecho, según relató, muchos de los más pequeños se acercan para saludarlo, y hasta las niñas se muestran más cercanas al arquero y lo ven con otros ojos, algo que el propio deportista se toma con tranquilidad, puesto que "no se destaca por que vaya haciendo notoriedad propia de lo que ha logrado", según señala su inspector.

Sus inicios como arquero



"Yo partí disparando en el patio de la casa, a eso de los 9 o 10 años, por imitar a mi hermano. Él disparaba en el patio de la casa y yo quería imitarlo. Hace tres o cuatro años lo empecé a tomar de forma más seria, como en 2012", narró.

Y del sitio que destinaron en el patio de su casa en Arica aún había algunos implementos de aquellos entrenamientos, como un parapeto que él junto a su hermano fabricaron para poder practicar de manera más periódica.

Aunque actualmente Soto entrena en una cancha adecuada, a un costado de la piscina olímpica de Arica, él junto a su hermano David, quien además es su entrenador y formador, debieron recorrer bastante para encontrar este lugar que resultó idóneo para preparar al joven deportista.

"Partimos entrenando en el patio de la casa. Después nos fuimos al desierto, en un terreno que tienen en un club de golf que estaba desocupado y nos instalamos ahí. Después entrenamos en el estacionamiento de un club de tenis, después en el gimnasio de un colegio, pero fue un periodo muy corto. Y ahí llegamos al lugar donde estamos ahora, que tuvimos que limpiar mucho para que esté como ahora", relató.

Tokio 2020 y sus planes para el futuro



Después de su destacada participación en Río, las metas de Soto ya están trazadas para el futuro. El arquero nacional pretende volver a meterse en la pelea por unos nuevos Juegos Olímpicos, y la mira está puesta en Tokio 2020.

Pero el límite está ahí. Según Soto, la cita en Japón será su última prueba fuerte como deportista, pues después de ella pretende colgar el arco, pues no quiere ver "cómo muero como deportista".

"El próximo año se me acaba el colegio y me podré dedicar a tiempo completo a disparar, para prepararme para las próximas olimpiadas. Después ya entro a la universidad, pero aún no tengo claro qué estudiar. No quiero nada relacionado con tiro con arco. Cuando entre a la u voy a colgar mi arco. No quiero ver cómo me voy muriendo. Me voy a dedicar a enseñar, pero a disparar ya no. La idea es que el conocimiento se vaya traspasando. Cuando empiece a enseñar voy a reemplazar a mi hermano", concluyó.
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