El Jugador más Valioso del último Super Bowl.
Reuters
SANTIAGO.- Seguramente la noche del pasado domingo aún ronda en la cabeza de Tom Brady. El mariscal de campo fue la gran estrella en la épica remontada de New England Patriots en el Super Bowl.
El jugador estadounidense lideró la hazaña de su equipo ante Atlanta Falcons con una actuación brillante, la que le permitió ser por cuarta vez como el Jugador Más Valioso.
Ya han pasado tres días desde aquel histórico triunfo y poco a poco la vida de Brady vuelve a la normalidad.
El mariscal de los Patriots es uno de los deportistas más millonarios del mundo y junto a la modelo brasileña, Gisele Bündchen, conforman uno de los matrimonios más ricos de Estados Unidos.
Según el ranking de la revista Forbes, el estadounidense recibe poco más de 44 millones de dólares al año y se ubica 15 en la lista de los deportistas mejor pagados del mundo. Eso sí, sus ganancias suben considerablemente por concepto de publicidad.
Actualmente la pareja vive en un departamento en el barrio neoyorquino de Tribeca, el que tiene vista a la costa y está avaluado en 20 millones de dólares.
Si bien el mariscal de campo es amante de los autos, contrario a otros deportistas no posee una gran flota de vehículos. Él prefiere tener poco, pero de lujo.
Así es como se luce con un Bugatti Veyron cuyo costó supera los 2 millones de la moneda norteamericana, un Rolls Royce Ghost (US$ 400 mil) y un Audi S8, que le obsequió la compañía automotriz.
Brady no tiene yates o aviones privados, lo que sí suele invertir dinero en pasar gran tiempo con su señora y sus dos hijos. Sus lugares predilectos para ir de vacaciones, según muestran en las redes sociales, son el Caribe y Europa.
Una de las mayores inversiones las hace en materia de salud. El jugador de los Patriots cuenta con un equipo médico exclusivo, un "guía espiritual", un consejero y un psicólogo.
También su familia tiene un chef personal conocido como Allen Campbel.
