El tenista australiano Nick Kyrgios celebra tras vencer al serbio Novak Djokovic en México.
EFE
SANTIAGO.- "Fue uno de mis mejores partidos, y por supuesto que puedo volver a meter más de 15 aces porque ya lo he hecho". Así de desafiante se mostró el tenista australiano Nick Kyrgios (17° de la ATP), luego de dar la sorpresa este jueves al eliminar al serbio Novak Djokovic en los cuartos de final del Abierto de Acapulco, México.
Kyrgios, quien metió 25 aces, derrotó al número dos del mundo por 7-6 (9) y 7-5. "Sabía que la mayoría del estadio estaba con él (Djokovic), solamente la gente de mi palco estaba conmigo y por eso fue un gran triunfo", reconoció el tenista de 21 años.
Y claramente la afición mexicana estaba con el serbio, pues el oceánico, hoy por hoy, es uno de los jugadores más polémicos y rebeldes del circuito, por algo se le conoce como el "niño terrible" del tenis mundial.
Sin ir más lejos, el pasado 31 de enero en la previa de la primera ronda del Grupo Mundial de Copa Davis ante República Checa criticó duramente a su compatriota Bernard Tomic por ausentarse para la serie. "No vas a ir a rogar a la gente para que juegue pero obviamente es muy decepcionante no contar con Bernard. No hay razones para que no esté aquí".
Pero hay más. En octubre de 2016 durante el ATP de Shangahi, Kyrgios botó el partido contra el alemán Mischa Zverev.
Primero regaló un punto sacando de mala forma y alegando que estaba cansado. Y luego se lanzó contra el público que lo abucheó. "No les debo nada. Si supieran de qué hablan, estarían en una pista de tenis y ganarían partidos. De verdad que no los comprendo para nada. Si no les gusta, yo no les he pedido que me vengan a ver. Váyanse, es simple. Si son tan buenos jugando al tenis y para dar consejos, ¿por qué no están en el circuito?", fueron sus descargos".
Descargos que le significaron una sanción por parte de la ATP de ocho semanas sin competencia y una multa de US$16.500. Tras el castigo, Kyrgios aceptó someterse a un tratamiento psicológico para poner fin a sus berrinches en la cancha, con el objeto de que la ATP le ofreciera reducir la pena.
Un duro mensaje para Wawrinka
Pero hay más en la vida de este joven tenista. El 2015, en el Masters de Montecarlo, se enfrentaba al suizo Stanislas Wawrinka y, luego de conseguir un punto tras un potente servicio, se giró para recibir nuevas bolas. Fue ahí donde le dijo: "Kokkinakis se acostó con tu novia. Lamento decírtelo, compañero".
Kyrgios se refería a la tenista croata Donna Vekic, lo que provocó la reacción de Wawrinka en Twitter: "Lo que dijo no se lo diría a mi peor enemigo. No es sólo inaceptable, sino que va más allá. Espero que la ATP no se quede parada y se levante por la integridad de este deporte que hemos trabajado tanto por construir".
El australiano fue multado con 10.000 euros (US$10.558) y fue apercibido con cumplir un mes de sanción si reincidía.
A esto se suma la polémica que surgió en Wimbledon 2015: en primera ronda ante el argentino Diego Schwartzman amenazó con abandonar la pista después de que el "ojo de halcón" diera por buena una bola que él veía mala; tres rondas después, ante Richard Gasquet, se negaba incluso a golpear algunas bolas durante el segundo set, dejándolas pasar descaradamente, demostrando que ya nada tenía que hacer en ese parcial y esperando el próximo.
En el mismo 2015, en Copa Davis, también amenazó con dejar de jugar el partido que le enfrentaba al kazajo Aleksandr Nedovyesov por algunas decisiones del juez de silla.
Son las polémicas y rabietas de uno de los jugadores con mayor proyección en el circuito, aunque muchas veces su carácter lo traiciona.
