Neven Ilic durante su discurso como presidente de de la Odepa.
EFE
SANTIAGO.- "Asumimos convencidos de que la única manera de mejorar es desarrollar un cambio radical en todos los estamentos federados. Debemos aplicar una visión distinta, para así recuperar la credibilidad tanto nacional como internacional. No dejaremos la basura bajo la alfombra en el COCh". Así de categórico se mostró el pasado 25 de octubre de 2004 Neven Iván Ilic Álvarez día en que fue elegido como presidente del Comite Olímpico de Chile.
Con 42 años, y director de la Federación de Tenis de Chile, Ilic logró 28 votos contra 25 del timonel de la Federación de Gimnasia, el abogado Juan Ricardo Latorre.
Su alegría era total, pero también tenía claro que el desafío no era menor: Limpiar la mala imagen que había dejado el saliente mandamás, Fernando Eitel, quien bajo su administración se adulteraron burdamente los números de boletas para inflar gastos y rendirlos a un proyecto solidario del Comité Olímpico Internacional (COI).
"La imagen la cambian las personas, creo que el equipo que hemos formado garantiza que somos gente transparente", aseguró Ilic al momento de asumir en el COCh, organismo en el que ha sido reelegido en el cargo el 2008, 2012 y 2016, y en diciembre de 2007 fue galardonado por el Círculo de Periodistas Deportivos de Chile como el "Mejor Dirigente Deportivo" del año.
Hoy, 13 años después de esas palabras, no hay duda que el camino que ha logrado este empresario en el deporte federado ha sido exitoso y que ahora se corona con su elección como presidente de la Organización Deportiva Panamericana, Odepa.
Y son los propios deportistas quienes elogian el trabajo de este padre de cuatro hijos. "Refrescó el deporte chileno y lo que logramos en estos años se debe a su gestión. También tiene un gran compromiso con la actividad", señaló la tiro skeet Francisca Crovetto.
En tanto, el voleibolista Marco Grimalt sostuvo que "ha hecho un trabajo extraordinario en Chile y será una gran oportunidad para que nosotros sigamos creciendo con eventos internacionales".
La misma oportunidad que ahora tiene Ilic para proyectar su carrera dirigencial en la Odepa, donde promete convertir al organismo "en una gran familia".