El hombre clave en el renacer árabe.
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SANTIAGO.- El renacer de Palestino tiene nombre y apellido: Germán Cavalieri. El técnico argentino es el gran responsable de que el cuadro árabe vuelva a sonreír este semestre.
El pésimo andar del elenco de La Cisterna acabó con la salida de Nicolás Córdova y luego de Omar Toloza, lo que llevó a los dirigentes a buscar la solución para salir del duro momento en un viejo conocido.
Cavalieri había pasado por el conjunto tetracolor entre 2014 y 2015 junto a Pablo Guede. En ese entonces, el nacido en Buenos Aires era el ayudante técnico del hoy entrenador de Colo Colo.
Juntos metieron a Palestino entre los equipos que peleaban arriba en el fútbol chileno y lo pusieron de vuelta en una Copa Libertadores después de 36 años. Su éxito llamó la atención de San Lorenzo.
La dupla técnica partió al "Ciclón" y fue allí donde Cavalieri tomó al decisión de separarse de Guede. Tras ello, trabajó en Mitre como asistente de Arnaldo Sialle y luego inició su carrera como DT.
El estratega, identificado con los estilos de Pep Guardiola, José Mourinho y Jorge Sampaoli, tuvo su primera aventura como entrenador en Chile. Deportes Valdivia apostó por él.
El cuadro sureño estaba en el fondo de la Primera B y necesitaba un "salvador". Ese fue Cavalieri. El adiestrador no sólo sacó al equipo del abismo, también sacó varios puntos de ventaja alejando al club de todo riesgo de descenso.
Pero el entrenador trasandino nunca se olvidó de Palestino. Es más. En una entrevista con El Mercurio confesaba que cuando firmó le dijo a los directivos de Valdivia que si en algún momento llegaba una oferta del cuadro árabe sería prácticamente imposible de rechazar.
"No dudé en firmar cuando me llamaron. En Deportes Valdivia sabían que por el único equipo que dejaría la banca era por Palestino; estaba dicho", explicaba.
A la vez, argumentaba por qué decidió tomar la banca tetracolor en un complicado momento. El club estaba último en el Clausura y se acercaba a la zona de descenso en la Acumulada.
"Es verdad que podría haber asumido una vez finalizado el torneo y con el descenso definido, pero la verdadera mano de un entrenador se ve cuando asume desafíos grandes", sostenía.
Y no se equivocó. A sus 39 años Cavalieri le devolvió el alma al conjunto de La Cisterna.
En su estreno igualó sin goles con Universidad Católica, luego derrotó a Unión Española y Cobresal. Más tarde empató con Colo Colo y O'Higgins. En 5 partidos dirigidos en el Clausura, aún no pierde.
No sólo eso. En el ámbito internacional también logró que Palestino revirtiera la derrota de 1-0 sufrida como local ante Atlético Venezuela en la Copa Sudamericana.
Ayer el cuadro árabe ganó 1-0 en suelo llanero y en una dramática definición a penales consiguió el paso a la segunda ronda.
En el éxito del trabajo del trasandino no sólo su capacidad técnica ha sido clave, también su manejo de grupo. Al momento de asumir, uno de los mayores problemas del camarín tetracolor era la tensa relación que existía producto de los malos resultados.
En una de sus entrevistas el adiestrador dejó en claro que uno de los aspectos primordiales en su metodología era el control del vestuario. "Trabajos lindos los vemos todos en YouTube y lo que hay que saber en este deporte es cómo manejar los egos", sostenía.
Así fue como en una de sus primeras grandes decisiones, el nacido en Buenos Aires decidió que Agustín Farías tomara la capitanía del equipo dando de entrada un golpe de autoridad.
La polémica
En el mes que lleva en La Cisterna todo ha sido trabajo para Cavalieri, sin embargo, en ese marco fue el que se produjo la polémica con su ex compañero de trabajo, Pablo Guede.
En la previa del duelo ante Colo Colo, el adiestrador de Palestino acusó a su ex jefe de mandar a un espía a los entrenamientos para saber la estrategia de su equipo.
En plena lucha por el título, el DT del Cacique era apuntado por su ex asistente y la polémica no demoraba en estallar. Pese a que Guede lo negó, Cavalieri mantuvo sus dichos hasta el final.
"Esto es como que entren a robar a la casa", lanzó el técnico árabe antes del encuentro y luego del partido reafirmó sus dichos: "Ya llegará el momento de juntarnos, de conversar y que nos ofrezcan disculpas".
Es el andar de Cavalieri en Palestino. Poco más de un mes lleva el técnico en la banca árabe, tiempo suficiente para devolverle la alegría al club y enmendar el rumbo de un camarín que se había olvidado de los triunfos.