SANTIAGO.- 19 de octubre de 2016. Ese día fue la última vez que Santi Cazorla pisó una cancha con la camiseta del Arsenal. Fue en el encuentro ante el Lugodorest por la Champions League.
Después de aquella vez todo ha sido oscuro para el volante español. Una serie de complicaciones físicas lo han tenido al margen de la competición. Y peor aún, todavía le queda para rato.
El compañero de Alexis Sánchez hoy vive todo un drama. En los últimos seis meses se ha operado ocho veces y si bien actualmente está en fase de recuperación, lo que pase en un futuro es incierto.
Aquel lance ante el Lugodorest inició el calvario. Esa lesión en el tobillo marcó un antes y un después en su carrera, pues nunca volvió a ser el mismo.
Cazorla y el Arsenal decidieron no operar, pero la recuperación no avanzó como se esperaba y finalmente se tomó la determinación de entrar a pabellón en diciembre pasado.
Ya con la intervención se esperaba que el español estuviese tres meses más fuera de las canchas, pero todo en el quirófano todo se complicó. Él revela los detalles.
"Desde noviembre he tenido complicaciones, cogí bacterias en el quirófano, se me infectó un hueso, la cicatriz no se me cerró y me hicieron un injerto de piel...", confesó en diálogo con Cadena Ser.
La infección obligó al español a someterse a nuevas cirugías y a ir extendiendo los plazos de recuperación, a tal punto que no volvió a jugar más en la temporada que acaba de finalizar.
"Ha sido una temporada muy complicada. Recuerdo una mala racha cuando tuve problemas en la espalda, pero en este caso no depende de ti", explicó.
La serie de problemas han llevado al volante a pensar en el retiro, a sus 32 años, sin embargo su amor por su profesión lo ha llevado a seguir adelante.
"Cuando pasa todo esto te apetece tirar la toalla, pero las ganas de jugar al fútbol están por encima", sostuvo.
Hoy Cazorla lucha por recuperarse, pero no será fácil. Los doctores le han pedido calma y le han dicho que aún le quedan al menos cinco meses de inactividad. Él sabe que apurar los plazos podría complicarlo aún más.
Pero dentro de tan negativo escenario, el español ha encontrado el respaldo absoluto de su entrenador, Arsene Wenger, y de su club, el Arsenal.
Es que pese a haber jugado apenas ocho partidos en la última Premier y pasar gran parte de la temporada fuera, la institución le brindó todo su apoyo.
"Se han portado muy bien conmigo. Me renovaron antes de operarme. El míster charló conmigo y me dio tranquilidad", contó con alegría en medio de tan duro panorama.
