Después de la extensa jornada de Garfulic, en su equipo trabajan parta dejar su auto en condiciones para un nuevo día de competencia.
Martín Gutiérrez, Emol
PISCO.- El Rally Dakar es una competencia durísima que siempre entrega capítulos en los que pilotos sufren con la rudeza de los caminos, tanto así que muchos terminan abandonando.
Ese escenario parecía el más esperado para el chileno Boris Garafulic, quien hoy sufrió un insólito accidente al pasar el primer CP1 en la segunda etapa corrida en la localidad de Pisco en Perú.
El nacional impactó con su compañero de equipo, el saudí Yazeed Al-Rahji, y su auto Mini quedó muy dañado en la parte frontal. Se pensó lo peor, que se convertía en la primera carta chilena en bajarse de la competencia.
Pero no. Garafulic no bajó los brazos y esperó ocho horas en medio de las dunas en pleno desierto. Una verdadera odisea, pero que tuvo un final feliz, ya que fue asistido y pudo seguir en carrera.
"Estoy quemado como jaiba, pero estoy más porfiado que nunca. Fue un día duro, pero pudimos seguir en competencia", confesó el competidor criollo.
Consultado si se le pasó por la cabeza la opción del retiro, Garafulic reconoció que en un momento "estaba tostado y sí, los primeros cinco minutos son así. Pero después logramos sacarnos las malas vibras y poder sacarlo adelante".
¿Cómo fue el momento en que se produjo el impacto? El competidor, quien vive su octavo Dakar, explicó la impensada situación.
"Llegamos a una planicie grande y de pronto nos encontramos con un boogie que venía subiendo en velocidad y nos encontramos los dos de frente", profundizó el nacional, quien tras su incidente quedó en el 64° lugar de la general, a casi 12 horas del líder Cyril Despres.
De esta manera, el criollo terminó así un insólito y duro día que nunca olvidará en su experiencia dakariana. Quedar fuera por chocar con un compañero no es algo que pase muy seguido...
