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Qué fue de Héctor "Caldillo" Vega, el futbolista chileno que se ganó el Loto hace casi 20 años

El ex volante es ídolo en Deportes Iquique y tuvo destacados pasos por Santiago Wanderers y el extranjero, donde fue goleador. En 2001 recibió un golpe de suerte que le reportó 457 millones de pesos.

09 de Mayo de 2020 | 12:35 | Por Martín Gutiérrez, Emol
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El nortino rememoró su época sobre los pastos.

Emol/Agencias
Si hay un hombre identificado con Deportes Iquique ese es Héctor Luis Vega Astudillo. Nació hace más de medio siglo en el histórico barrio iquiqueño de Pueblo Nuevo y hoy con 52 años el "Caldillo", como es conocido popularmente, sigue remándole a la vida.

Esa vida en la que nunca se sabe qué traerá la marea. Bien lo sabe este ex volante formado en los "Dragones Celestes", pero que también supo brillar en Santiago Wanderers y Sports Boys de Perú, entre otros clubes.

Hace 19 años y ya de retorno en el norte tras poner fin a su carrera, una mañana de octubre salió de su casa para comprar el pan. Con el vuelto, jugó una cartilla del Loto sin saber que el destino lo golpearía con una suertuda bofetada: Fue el exclusivo ganador de un pozo de 457 millones de pesos.

Con la casaquilla celeste vivió 2 ascensos a Primera División y fue goleador.

A partir de ahí, Vega estuvo seis años sin hacer nada. Vivió al máximo, viajó con su familia y disfrutó los placeres de tamaño premio. Hoy, con algo de recelo y antes de cumplir con su turno laboral en el puerto ITI de Iquique, confiesa a Emol que es un capítulo de su vida que quiere dejar en el pasado.

"El tema del Loto fue netamente de suerte. En su momento lo dije en varios programas de radio y televisión. Lo pasé bien, pero se me fueron los humos a la cabeza. En un momento le di mucha importancia al dinero por un tema de falta de experiencia", cuenta el otrora mediocampista.

"En un momento le di mucha importancia al dinero por un tema de falta de experiencia"

Héctor Vega
De la fortuna que alguna vez tuvo prefiere no hablar. Hoy vive sin apreturas y es feliz dedicándose 100% a su trabajo y familia. Lo material no es prioridad.

"Yo no puedo aconsejarle qué hacer a una persona que se gana un premio de lotería. Eso hay que vivirlo primero. Gracias a Dios yo tengo trabajo, mi familia está bien. Mi hijo tiene su carrera, mi hija estudia y trabaja. Para bien y para mal, el tema del dinero pasó a segundo plano para mí", explica.

Sus inicios en el norte

La carrera del "Caldillo" no sólo quedó marcada por ser un incisivo volante con mucha llegada al área y gol. También por un hecho que llama la atención: Coincidencia o no, sus mejores versiones se vieron en puertos: Iquique, Coquimbo, Callao y Valparaíso.

"Hice una carrera buena y bastante larga. Tuve la suerte de debutar muy joven y compartí con tremendos jugadores. En Iquique con Carlos Ramos, Víctor Merello y Juan José Oré", asevera evocando ese gran elenco dirigido por Ramón Estay (otra leyenda del club), que estuvo a punto de clasificar a la Libertadores en 1989 tras rematar tercero en 1988.

En 1988 disputó una final de liguilla con Colo Colo que terminó con incidentes.

"Jugamos una final de liguilla ante el Colo Colo de Morón, Pizarro, Barticiotto, Jáuregui, Dabrowski... Pero no en ida y vuelta, solo se jugó en Santiago por temas de seguridad. Perdimos en el Nacional 2-1. Fue algo muy raro y quedó un sabor amargo", revela con un tono de resignación.

Los aires costeros del Callao le sentaron bien

Con el equipo de sus amores también vivió tristezas: En 1991 descendió y decidió ir a probar suerte a Perú: Ancló en el puerto del Callao para incorporarse a Yurimaguas. Pero fue en Sport Boys, en 1996, donde la mano del DT chileno Miguel Ángel Arrué se convirtió en goleador.

"Tenía buenas condiciones para sumarme en ataque, gracias a lo que me enseñó el 'profe' Ramón Estay. Perfeccioné mi cabezazo, llegaba por las orillas y tenía facilidad para rematar. Pase muy lindos años", apunta sobre su paso en el país vecino, donde afirma que nunca sintió hostilidad.

En Sport Boys fue compañero del fallecido Juan Carlos "Bombero" Ibáñez.

"La rivalidad siempre va a estar por el tema histórico. Pero yo la verdad es que nunca fui agredido. Nunca me gritaron 'chileno tal por cual'. Hice muchos amigos. Uno no va a hablar de temos añejos, uno va a triunfar en el fútbol y fue lo que hice", acota sobre Perú, lugar donde nació su hijo -también futbolista-, quien hoy está en Nicaragua a la espera de poder tomar un vuelo para regresar en medio de la pandemia.

"Se ha reunido con otros chilenos de allá de Centroamérica y él se ha convertido en una especie de vocero. Esperamos que las autoridades puedan hacer algo y ayudarlos", comenta.

Wanderers su otra pasión

La travesía por los puertos de "Caldillo" prosiguió con una parada en Valparaíso. Con la camiseta de Santiago Wanderers, vivió dos años de ensueño con un recordado ascenso a Primera División en 1999.

"Jorge Garcés me había tenido en Iquique y esa temporada me dijo que quería contar conmigo. Hice muchos goles y fui compañero de Gabriel Mendoza, 'Manteca' González, Moisés Villarroel, Reinaldo Navia y Erick Guerrero. Era un un tremendo equipo y una tremenda directiva", recuerda Vega.

Dos años después de esas memorables campañas con el "Decano" colgó los botines. Luego, el azar le deparó la millonaria sorpresa que cambió para bien y para mal su vida. Hoy, se sigue levantando sin saber que le traerá la marea, pero con la certeza de ser el afortunado dueño de un tesoro invaluable: el amor de la familia y la dignidad del trabajo...

Repasa la final de liguilla de 1998 entre Iquique y Colo Colo




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