Corría el año 2005 y comenzaba Wimbledon, el tercer Grand Slam del año. Esa misma temporada Rafael Nadal había ganado por primera vez Roland Garros.
Toni, el coach y tío del hoy dos del mundo, se acercó como siempre a mirar diferentes partidos en las pistas aledañas a la cancha central del torneo londinense.
Así llegó a la cancha 18, donde jugaba el argentino Juan Mónaco, amigo y compañero de entrenamientos de Rafa,
frente a un joven procedente de la 'qualy'. A Toni le habrían bastado sólo unos minutos observando el partido para preguntar:
"¿Quién es ese chico?". "Tiene 18 años y es el ciento y algo del mundo", le respondieron. "¿Cómo se llama?", "Novak Djokovic".
Así parte la historia -según cuenta el sitio de la ATP- del día en que el clan Nadal se enteró de la presencia en el circuito de quien hoy es el tenista número 1 del planeta.
El hecho, de acuerdo a la ATP, sigue. Toni se marchó al vestuario donde se encontraba Rafa esperando su turno para disputar un duelo frente a Vincent Spadea: "Rafael, tenemos un problema. He visto a un chaval muy bueno", le habría dicho el coach a su pupilo.
No se equivocó Toni Nadal en su predicción. Djokovic y Nadal han forjado una rivalidad histórica. Se han enfrentado en 55 veces, con 29 victorias del serbio y 26 del español. Varios de esos duelos han sido en finales de Grand Slam. Nadal cuenta con 19 Grand Slams, mientras que Djokovic suma ya 17.
Djokovic mostró lo que venía
Aquel día, Djokovic terminó venciendo a Juan Mónaco por 6-3, 7-6 (5) y 6-3, consiguiendo avanzar a segunda ronda donde se vio las caras con otro español, Guillermo García-López, al que también derrotó por 3-6, 3-6, 7-6 (5), 7-6 (3) y 6-4 tras un partido épico quinto set en el que el serbio dejó un recuerdo increíble.
García-López rememora así aquel enfrentamiento: "Fue increíble porque lo tenía prácticamente ganado. Con 5-4 y 40-30 en el tercer set hice un gran saque a la 'T' y realicé una derecha de media pista para ganar el punto. Miré al juez de línea, nos llamó y celebré la victoria".
García-López pensaba que todo había terminado, pero no era así, la bola no había entrado: "El partido continuó. Perdí la concentración en ese juego y nos fuimos al 5-5. Rompí y me puse 6-5 y 40-0 con mi saque. Tuve tres puntos de partido más".
Djokovic siguió peleando aquel encuentro hasta la extenuación y terminó llevándose el triunfo en un agónico quinto set: "Nunca se rindió y tenía un gran potencial. Sus golpes fueron muy sólidos. Quizás otro jugador no los habría podido devolver. Con ese marcador, recuperarse en ese partido mostró su gen competitivo. Podías ver su potencial pero también que Djokovic creía mucho en sí mismo. Tiene grandes cualidades en agilidad, movilidad y tiro".
