Impresionante. Así se puede describir el tremendo accidente que se dio en el GP de Bahrein en la Fórmula Uno.
El monoplaza que conducía
Romain Grosjean (Haas) se incendió tras un choque en la curva 4, se partió en dos y encendió las alarmas.
El francés logró milagrosamente salir del auto entre las llamas y preliminarmente no tendría lesiones de gravedad, pero de igual manera fue trasladado a un hospital para ser evaluado.