Sigue el huracán en Europa por la creación de la Superliga a manos de 12 gigantes del Viejo Continente. Los coletazos van en aumento y las amenazas para los fundadores suman y suman.
En Italia, por ejemplo,
ya pidieron la expulsión de los clubes involucrados. Juventus, Inter y Milan son los tres elencos que dieron el "sí" al polémico torneo y que ya ven cómo podría verse afectado su futuro.
Pero las repercusiones pueden ser mayores. Hay advertencias de sanciones durísimas y de concretarse habría consecuencias para dos chilenos: Alexis Sánchez y Arturo Vidal.
Los nacionales pertenecen al Inter, uno de los 12 formadores de la bullada Superliga, y desde la FIFA y la UEFA ya avisaron que los jugadores podrían verse perjudicados si el certamen sale a flote.
"Los jugadores que jugarán en la Superliga no podrán jugar en la Copa del Mundo y la Eurocopa. No se les permitirá jugar en sus selecciones... Es un proyecto vergonzoso y egoísta, que cuenta con el rechazo de toda la sociedad", lanzó el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin.
Sus palabras no son sólo una reacción del momento, pues hace unos meses el mandamás de la FIFA, Gianni Infantino, también dijo lo mismo. O sea, la amenaza ahora puede convertirse en realidad.
"Aquellos clubes o jugadores que disputaran dicha competición tendrían prohibido participar en las competiciones organizadas por la FIFA o la confederación correspondiente", expresó Infantino en enero cuando la Superliga tomaba forma.
De materializarse esta situación,
la única vía para que Alexis o Vidal jueguen por la "Roja" en torneos oficiales sería que dejen el Inter y fichen por algún club que no forme parte del polémico campeonato.
El tema no será menor, pues cualquier otro chileno que reciba una oferta de alguno de los "gigantes" involucrados en la Superliga, tendría que decidir por ir al club en cuestión y dejar de lado la selección o bien desechar la tentadora propuesta para poder defender a su país.
Si bien hoy el problema sería para Alexis y Vidal en cuanto a nacionales, el terremoto que quedaría en el mundo del fútbol si la amenaza de la FIFA y UEFA se hace real sería insospechado.
