Hace más de 40 años se produjo uno de los milagros más impresionantes de la historia del fútbol. El modesto Nottingham Forest se proclamó bicampeón de Europa. Nadie apostaba un peso por el equipo inglés.
El arquitecto de ese título fue el icónico entrenador Brian Clough. Tomó el mando del equipo en 1975 cuando estaba en Segunda División y cerca de perder la categoría. La decisión de Clough llamó la atención. Tenía su reputación. Tres años antes había ganado la liga con el Derby County.
El DT era un genio de la táctica. Un tipo arrogante que no soportaba perder. "No digo yo que fuera el mejor entrenador del mundo. Pero siempre estuve el primero de la lista", "Por conseguir los tres puntos le pegaría un tiro a mi abuela", "Si discutiera con un jugador, nos sentaríamos juntos unos veinte minutos, hablaríamos del asunto y al final decidiríamos que yo tengo razón", fueron algunos de sus frases.
No fue sencillo el comienzo en el Forest. Recién en su tercera temporada pudo conseguir el ascenso. Por ese entonces, el Liverpool dominaba el torneo inglés y también a nivel continental. Clough y los suyos interrumpieron la fiesta red.
Le ganó la liga con siete puntos de ventaja y también la Copa de la Liga. En Europa Nottingham eliminó al Liverpool en la Copa de Europa. Fue un batacazo. AEK, Grasshopper y Colonia fueron los siguientes que sucumbieron. En la final de ese 1979 esperaba el Malmo de Suecia y el club de la ciudad de Robin Hood ganó 1-0.
La historia parecía tener el final perfecto. Sin embargo, todavía faltaba mucho. El Forest derrotó 2-1 al Barcelona en la final de la Supercopa Europa y eso le dio derecho a volver a disputar el principal torneo de clubes del continente.
Volvió a ganar el título. Derrotó en el Santiago Bernabéu 1-0 al Hamburgo de Alemania, que contaba con el dos veces ganador del Balón de Oro, Kevin Keegan, como gran figura. La actuación del portero Peter Shilton fue descomunal. Épico. Un hecho imposible en estos tiempos de Superliga y contratos millonarios.
Clough siguió al frente del equipo hasta la década del noventa. Su alcoholismo lo alejó de las canchas y su Nottingham cayó en un espiral de decadencia. Vinieron los problemas económicos y se convirtió en el primer campeón de Europa en jugar en Tercera División.
La última vez que jugaron la Premier League fue en la campaña 1998/99. Pronto se cumplirán 22 años. La época de Clough es un recuerdo cada vez más lejano.
