Ya mucho más tranquila y con la mente lejos de la presión de Tokio, Simone Biles se descargó.
La estrella de la gimnasia estadounidense renunció a cuatro finales en estos Juegos Olímpicos y sólo apareció en la definición de la viga, donde se obtuvo la medalla de bronce.
Se le vio feliz, sonriente en la única y última final que disputó. ¿Por qué se bajó de las otras? Lo explicó en una entrevista tras su participación en la cita de los cinco anillos.
"Es difícil ser deportista, pero es más difícil ser una atleta mujer porque todo el mundo reza por tu caída y quiere que lo arruines", partió argumentando en la cadena NBC.
"Lo que hacemos no es fácil o todo el mundo podría hacerlo. Pero también al final del día, no somos solo atletas o entretenimiento, también somos humanos, y tenemos emociones y cosas en las que estamos trabajando detrás de escena que no les contamos. Creo que es algo de lo que la gente debería estar más consciente", agregó.
Biles profundizó aludiendo a la presión que sintió y fue clave en sus problemas mentales. Reveló cuándo colapsó.
"Ser el rostro de los Juegos realmente no me afectó, era solo lo que quería lograr y lo que quería hacer, y cómo todos decían, 'eres el pegamento del equipo', y eso realmente me estresó porque nunca lo pensé de esa manera", sostuvo.
Y siguió: "Pero luego, cada vez que te lo empujan por la garganta, es como, 'Entonces, si tengo una mala práctica, entonces las chicas se van'. Es simplemente difícil".
Finalmente, la estrella de la gimnasia hizo un claro llamado: "Pon tu salud mental en primer lugar. No importa si estás en el escenario más grande, eso es más importante que cualquier otra medalla que puedas ganar".
