En septiembre pasado, hubo una polémica gigantesca en las Clasificatorias sudamericanas rumbo al Mundial de Qatar 2022.
Iban apenas siete minutos del primer tiempo en el partido entre Brasil y Argentina, cuando la autoridad sanitaria brasileña ingresó al campo, interrumpió el partido y finalmente terminó suspendido.
¿La razón? La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil buscaba sacar del encuentro a los trasandinos Emiliano Martínez, Gio Lo Celso, Cristian Romero y Emiliano Buendia, cuatro jugadores argentinos que militaban en la Premier League y que en la previa del duelo se pensaba que no iban a poder jugar por no haber cumplido la cuarentena previa tras llegar de sus respectivos clubes de Inglaterra (tres finalmente sí estaban jugando).
A más de cinco meses de lo ocurrido, este lunes la FIFA tomó una decisión sobre qué va a ocurrir con este duelo que fue suspendido.
"Después de una investigación exhaustiva de los diversos elementos fácticos y a la luz de las normas aplicables, la Comisión Disciplinaria de la FIFA ha decidido que el partido debe repetirse en la fecha y el lugar que decida la FIFA", informaron en un comunicado,
Asimismo, el ente rector del fútbol mundial aplicó multas y algunos castigos.
Ordenó a la Asociación Brasileña de fútbol el pagó de 500.000 francos suizos por "infracciones relacionadas con el orden y la seguridad", mientras que a la Asosiación Argentina de Fútbol la multó con 200.000 francos suizos por el "incumplimiento de sus obligaciones en materia de orden y seguridad, preparación y participación en el partido".
Además, a ambos les aplicó una multa de 50.000 francos suizos "como consecuencia del abandono del partido".
Por último, suspendió a Buendía, Martínez, Lo Celso y Romero por dos partidos "por no cumplir con el Protocolo de Partidos Internacionales de Regreso al Fútbol de la FIFA".