Argentina es campeón del mundo y en gran parte gracias a Lionel Scaloni. El DT fue clave en su selección y sus lágrimas al final del partido lo demuestran.
Scaloni lo vivió su manera. Las cámaras de un canal trasandino siguieron al entrenador desde el penal decisivo que anota Gonzalo Montiel y que les da la consagración.
El estratega esboza una leve sonrisa, lo abrazan colabradores, pero parece no creerlo.
Luego se va a sentar, con el rostro casi imperturbable. Se agarra la cara. Camina. Toma agua y sigue mirando todo lo que pasaba a su alrededor.
Se levanta, se persigna y después rompe en llanto. En ese momento llega Leandro Paredes y lo abraza. Una escena magnífica.
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