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Uno pasó por Colo Colo, el otro fue ayudante de Holan: Las sacrificadas historias de los DTS veinteañeros que subieron del fútbol amateur al profesional

Uno tiene 24 años y el otro 27. Dirigen a Deportes Rengo y Provincial Osorno, respectivamente.

01 de Enero de 2023 | 21:00 | Redactado por Felipe Santibáñez, Emol
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Matías Garrido y Diego Martínez.

Agencias/Emol
La Tercera División es dura, áspera, ferozmente competitiva, llena de jugadores que se juegan la última oportunidad de ser futbolistas. En esa categoría, dos jóvenes técnicos chilenos se han labrado un nombre. Uno tiene 24 años, el otro 27. Ambos consiguieron ascender y en 2023 estarán en el balompié profesional.

Matías Garrido llegó el 2022 a Deportes Rengo cuando el equipo estaba colista y el camarín partido. Pero no se amilanó. Era su gran oportunidad. Estaba sin trabajo luego de ser ayudante en Trasandino de Los Andes. Ni antes ni ahora le ha preocupado demasiado su juventud.


Hace no mucho tiempo fue jugador. Pasó por las inferiores de Colo Colo y Barnechea, también fue seleccionado juvenil. Sin embargo, pensó que no iba a tener oportunidades para crecer y entró a estudiar al INAF. Recuerda que cuando era cadete lo dirigieron, entre otros, Miguel Riffo, Mariano Puyol o Hernán Caputto.

"Ellos me marcaron mucho, entregándome buenos valores, buenos conocimientos. Cuando dejé de jugar, dije tengo que ser técnico y llegar a ser como ellos. Con el profe Caputto tengo confianza para ir a ver lo que son sus prácticas en la selección sub 17, para conversar un poquito. Yo puedo ir a ver una práctica de Caputto, se la puedo copiar, pero le tengo que dar mi identidad. Él con sus palabras, con sus ideas, con sus formas lleva una sesión de entrenamiento diferente a como lo pueda llevar yo", le cuenta a Emol.

A Garrido le gusta que sus equipos propongan, que presionen arriba, que "den espectáculo".

Aspira a todo, pero por el momento se concentra en Rengo.

"Dentro de mi cuerpo técnico yo tengo ocho personas. Estoy yo, mi ayudante, tengo dos preparadores físicos, tengo analistas, un kinesiólogo, un psicólogo. Un sueldo de Tercera División para ocho personas, no alcanza, pero si uno quiere hacer las cosas bien se tiene que preocupar de todos esos detalles. Marcar el paso lo hace cualquiera, marcar un precedente es difícil. Sabemos las precariedades que hay en Tercera. La categoría es amateur y todos los técnicos asumimos que va a ser así, no tenemos por qué quejarnos, tenemos que dedicarnos a trabajar, a demostrar y conseguir resultados", declara.

Garrido marcará un hito la próxima temporada. Con 24 años, será el entrenador más joven que alguna vez haya dirigido en el fútbol profesional de Chile.

Considera que a los técnicos nacionales les falta creerse el cuento. Destaca el ascenso de Nicolás Núñez con Magallanes, la histórica campaña de Jaime García en Ñublense, la clasificación de Curicó a Copa Libertadores de la mano de Damián Muñoz.

"Nosotros los entrenadores chilenos tenemos muchas capacidades, de repente somos sumisos, no damos tantas entrevistas, estamos muy temerosos. Tenemos muchas condiciones, pero no nos vendemos bien, no nos vestimos bien. Como lo he dicho siempre, los técnicos extranjeros tienen menos teoría que nosotros, ya que se preparan menos tiempo. Algunos colegas extranjeros se preparan seis meses, nosotros estamos tres o cuatro años. La diferencia teórica es abismal. Falta más creer en nuestras capacidades", manifiesta.

Trabajó en un Call Center y fue ayudante de Holan

Diego Martínez consiguió el ascenso con Osorno. Dice que la alegría dura poco en el fútbol. Siempre hay otro partido.

Es de Valdivia. Siendo adolescente se dio cuenta que quería ser entrenador y se quiso desafiar a sí mismo. Se fue a estudiar fuera del país.

"Hay un trecho largo entre lo que uno quiere hacer y si realmente puede lograrlo. Ese trecho fue el camino. Estudié en Rosario, Argentina, y después en Santiago. Quise ir estudiar allá por un desafío personal, conocer otra cultura, otra ciudad, no conocía a nadie, me fui como menor de edad, con un permiso notarial. Trabajaba algunos fines de semana, dirigí en la liga rosarina", comenta.

Estando en Argentina, conoció a Ariel Holan. Por ese entonces, el actual entrenador de la Universidad Católica era ayudante de Matías Almeyda en Banfield e invitó a Martínez a ver los entrenamientos del primer equipo. Tiempo después, en 2015, Holan se hizo cargo de la reserva del "Taladro" y llamó al chileno para que se uniera a su cuerpo técnico.

Martínez extrañaba sus afectos, su casa. Decidió volver y Jorge Guzmán, ex jugador de la U, lo llamó para que trabajase con él en Lautaro de Buin. Cuando Guzmán tomó una oferta de Barnechea, Martínez con 20 años quedó al mando del primer equipo del "Toqui".

Pasaron unos meses y el actual DT de Osorno se fue otra vez a Argentina. Holan le pidió que fuese su analista de videos en Defensa y Justicia.

"Más que estar frente a una pantalla, lo que hay que lograr en el análisis es llevarlo de la mano con la cancha, con el tema de los entrenamientos, con lo que exigía y lo que pedía Ariel, eso relacionarlo con el análisis propio y el análisis del rival. Estamos en contacto siempre con Ariel por WhatsApp. Yo vivo en Osorno, es difícil ir a visitarlo, pero tengo contacto permanente, igual que con Leandro Stillitano, que hace poco fue ayudante de Colo Colo y ahora dirige a independiente", declara.

Luego de esa etapa en Defensa y Justicia, se vino a Chile. Con un futuro incierto.


"Pasé un año fuera del fútbol trabajando en otras cosas, tanto por opción personal como también por no tener opciones reales de trabajo. Nunca había trabajado fuera del fútbol. Trabajé en un Call Center, que me sirvió para mejorar la comunicación, siempre hay algo que aprender. Trabajé en una panadería repartiendo el pan, también en una automotora como junior manejando autos. Estuve diez meses fuera del fútbol, pero no todo es malo, me sirvió para madurar, la vida fuera del fútbol requiere otras cosas", relata.

Volvió al fútbol como ayudante en Provincial Ovalle. "Tuve que tomar la decisión de sacrificar la estabilidad y la vida en familia", apunta. En 2021 llegó a Provincial Osorno junto a Ricardo Lunari, pero en junio de este año el ex jugador de la UC dejó el cargo y nombraron a Martínez entrenador principal.

Martínez afirma que no se apega a un esquema o idea de juego. Le importa el resultado. Puede salir a apretar arriba o tomar resguardos si lo considera prudente.

Fue una campaña con altos y bajos. "Más bajos que altos", asegura. Enfrentó críticas, pero consiguió el objetivo.

"La formación que uno recibe como entrenador es como la licencia de conducir. Nos entregan la licencia sabiendo manejar más o menos. Pero después todo depende de las horas de manejo, del andar. La formación del entrenador depende de cada uno. Mis referentes son Gustavo Huerta y Jaime García. Siento admiración por cómo logran sobrellevar el día a día y el partido a partido. El factor humano está por sobre todo", cierra.
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