A Dani Alves le llueve sobre mojado. Encarcelado por una supuesta violación a una chica el pasado 30 de diciembre en la discoteque Sutton de Barcelona, ahora se le suma otro problema.
El Pumas mexicano, su último equipo y que le rescindió el contrato cuando la bomba estalló, le pide una millonaria indemnización.
¿Por qué? El brasileño violó los términos de conducta que firmó en 2022 cuando abrochó su llegada al elenco azteca.
El medio UOL Sporte dice que el pasado 20 de enero, fecha de la detención del futbolista, Pumas le envió un correo electrónico a Alves anunciándole su salida del club, pero además, notificándole la solicitud de indemnización por 4,5 millones de euros.
"Por incumplimientos muy graves del jugador, en los términos previstos en las cláusulas decimocuarta y decimoquinta del contrato, el jugador está irremediablemente obligado a reembolsar al club el pago de la indemnización prevista en la cláusula decimoquinta del contrato, en el monto de 5 millones de dólares netos, o sea, libres de todo impuesto o retención", dice el mail.
Estos incumplimientos recaen en situaciones como dopaje, "en cualquier escándalo que se haga público" o en "cualquier acto que sea considerado delito según la legislación del país en el que haya tenido lugar".
Incluso, si Alves desiste del pago, hasta la FIFA podría intervenir: "Pumas se reserva el derecho de emprender todas y cada una de las acciones ante la FIFA y/o en cualquier otra jurisdicción pertinente y competente, para reclamar la indemnización, que fue acordada en los términos de la cláusula decimoquinta del contrato".