A Juan Luis González todos lo conocen como "Limache", su tierra de origen. Fue un futbolista de esos que no gozan de tanta repercusión, muchas veces le tocó el "trabajo sucio", pero terminó siendo indispensable para los equipos en que jugó. Fue campeón de Primera B con Deportes La Serena, formó parte de un Cobreloa imperial y siendo capitán de Everton venció a Colo Colo en una final inolvidable el 2008.
Dejó el profesionalismo en 2014 vistiendo la camiseta de Antofagasta y se radicó en La Serena. "Yo dejé el fútbol, el fútbol no me retiró", dice. Formó una academia, sacó el título de entrenador y se atrevió a incursionar en un rubro desconocido. Levantó una fábrica de bloques de cemento.
-¿Por qué una fábrica de bloques?
"Al principio de la pandemia hice esta fábrica, este emprendimiento de fabricar bloques de cemento con la ayuda de un amigo que se llama Sebastián Castellón. Él vende hormigones, me ayudó para emprender. Me ha ido bien con la venta de bloques. Cuando me compra la gente, yo voy a entregar, cargo y descargo, soy un trabajador más. Me ha ido bien con la venta de bloques. También tengo un complejo de canchas sintéticas en La Serena. He estado tranquilo".
- Es además entrenador en las inferiores de La Serena
"En 2019 empecé a dirigir a la Sub 16, fuimos campeones, pero vino la pandemia. Nos finiquitaron y nos volvieron a integrar ahora. Ya estoy entrenando con la Sub 13 y Sub 14, soy el técnico de esas dos series".
- En estos momentos el fútbol joven chileno está en crisis, ¿cómo se mejora?
"Tenemos que enseñarles a los jóvenes a hacer las cosas bien. A veces llegar ser a futbolista profesional es fácil, lo difícil es mantenerse. Lo otro es que ojalá los técnicos que están en los primeros equipos de Primera A o Primera B le den oportunidad a los jóvenes. Eso es lo principal. Hay que darles la confianza y hacerlos jugar. Si nosotros no le damos la posibilidad a nuestros jóvenes de debutar y que sigan jugando, ¿cómo vamos a tener cambio en las selecciones? A los 21, 22 años ya son adultos. Cuando les vemos condiciones, hay que tratarlos de subir al primer equipo y hacerlos debutar lo antes posible. Años atrás, Alexis Sánchez debutó a los 16. ¿Qué joven ha debutado esa edad? Casi todos están debutando a los 17, 18, hasta 19 años".
- ¿Cómo juegan los equipos de "Limache"?
"Yo busco equipos que sean ofensivos, eso es lo principal, quitarle el temor a los jóvenes. Que entiendan que los rivales que tengan enfrente son iguales a ellos, solo cambia el color de camiseta".
- ¿Se quiere quedar en el fútbol formativo?
"Mi idea es dirigir el fútbol profesional. Tarde o temprano se me tiene que dar la posibilidad y yo sé que me va a ir bien".
Nelson Acosta, Alexis Sánchez, el "Beto" Acosta
Juan Luis González revela que muchos de los adolescentes que entrenan desconocen la carrera que tuvo. Miran poco fútbol.
Cuando "Limache" recuerda los años de jugador, la emoción reverbera y dice que se le pone la piel de gallina. Por su mente desfilan una serie de nombres, partidos, anécdotas.
- Con Nelson Acosta fue campeón en Cobreloa y en Everton. También lo llevó a la selección.
"Don Nelson es muy buena persona, te daba confianza, te decía las cosas de frente. Por eso tenía buena llegada con los jugadores. Si tú no tienes buena relación con los jugadores, ellos no se entregan al máximo. Era un amigo de nosotros, le podíamos decir las cosas y él también a nosotros. Una vez estábamos jugando en Cobreloa un tenis fútbol. Hay una malla que uno no se puede pasar.. Me tiran una pelota a mí y yo se le levanto a Luis Fuentes para que rematara. Cuando viene la pelota arriba, se la voy a bajar y siento un codazo de Nelson Acosta por atrás y me doy vuelta: '¡Oiga, pero usted no se puede pasar!'. Él me dice: 'Fui al balón'. 'Después yo también iré al balón', le dije yo. Después estábamos jugando, le gritaba y no quería ir al choque. Pero me pegó a mí por atrás. Después nos reíamos y le decía: 'Fue mala leche'. 'Salté al balón no más', me respondía".
- ¿Qué lugar ocupa Cobreloa en su vida y qué siente al ver al club tanto tiempo en Primera B?
"Yo viví lo mejor de mi carrera en Cobreloa. Salí tres veces campeón del fútbol chileno y quedó siempre en mi corazón. Soy un hincha más. Da rabia. Ahora cualquier equipo va a Calama y le puede ganar a Cobreloa. Cobreloa se tiene que hacer respetar mucho más de lo que hizo el año pasado. No te sirve de nada ganar los partidos estando ahí y cuando tú tienes que ganar la final para subir no la ganas".
- En Cobreloa le toca ver la irrupción de Alexis Sánchez
"Alexis cuando llegó a Calama la verdad es que la rompió. Entrenaba muy bien, se notaba que tenía potencial para ser profesional y lo demostró. Nelson Acosta lo llevó a Calama y le dio la confianza. Era distinto. Terminábamos de entrenar y él seguía practicando. La bicicleta, las cucharas. Todo lo que hacía en los partidos lo entrenaba. Uno lo cuidaba para que no le pegaran patadas".
- En 2008 pierde la final de ida con Colo colo 2-0 y en la final de vuelta se fueron al entretiempo 0-0. Lo terminan dando vuelta. ¿Cómo lo recuerda?
"Yo sabía cuando perdimos en el Monumental que éramos campeones en Viña. Esa confianza la transmití a mis compañeros. 'Tranquilo niños, báñense, que somos campeones en Viña', les dije en el camarín. Esa era la convicción que tenía. Con mis compañeros éramos unos verdaderos leones que nos queríamos comer a Colo Colo. Salimos desde el primer minuto a ganar el partido. fuimos los mejores. Tuvimos más ocasiones de gol que Colo Colo".
-Sus títulos de Primera División son todos con equipos de provincias. ¿Eso les da un valor especial?
"Es difícil la situación de que equipos de provincia salgan campeones. Cuando uno sale campeón, el triunfo es distinto, porque a veces hay jugadores que nunca han jugado una final y juegan una final y la ganan. Es una sensación tan linda. Cobreloa llevaba once años sin ser campeón. Era mi primer campeonato en Primera División. El de Everton fue distinto. El club llevaba 32 años sin ser campeón. Eran muchos años. La sensación de lograr esa copa y darle una alegría a esa gente, fue una alegría inmensa para los jugadores, en lo personal. Ver a su equipo por primera vez campeón de 32 años no tiene precio. Cuando hablo se me pone la piel de gallina. Uno no sabe cómo explicarlo".
-¿Cuál fue el jugador más duro que enfrentó?
"El que más me costó cuando me inicié fue el (Alberto) 'Beto' Acosta. Otro que también me tocó marcar y fue bastante difícil fue Carlos Tévez cuando estaba en Boca. Un jugador pesado, que no le gustaba que le hicieran nada era Juan Román Riquelme".
-¿Su mejor anécdota en el fútbol?
"Estábamos en Copa Libertadores, yo era el capitán de Cobreloa y el árbitro tiró la moneda. Dijo: FIFA o Fair Play. Nelson Tapia pasó por el mío y cuenta que yo dije: sello. Hay muchos jugadores que se la saben y se ríen hasta el día de hoy".
-¿Su mejor compañero?
"Tuve amigos, buenos compañeros, pero con el que tengo más relación es Luis Fuentes".
-¿Qué habría sido de no ser futbolista?
"Lo que a mí me gustaba era ser detective de la Policía de Investigaciones (PDI). Pensaba estudiar, eso era lo que tenía pensado antes de entrar al fútbol".