El Milan homenajeó a Zlatan Ibrahimovic, que dejará el fútbol. El delantero sueco se marcha tras una campaña en la que se ha vestido de corto solo en cuatro ocasiones por una lesión de rodilla, pero su papel en el club milanista en esta segunda etapa siempre fue más allá de lo futbolístico.
Esta vez "Ibra" no pudo mantener el personaje y se derrumbó. Un mar de lágrimas inundó su ojos cuando tomó el micrófono para despedirse de los suyos, unas últimas palabras sentidas ante su afición y compañeros, que se engalanaron para la ocasión con una camiseta que portaba su nombre y le hicieron un pasillo en San Siro para despedirle con honores.
"Ha llegado el momento de decir adiós al fútbol, no a Uds.. Me han recibido con los brazos abiertos, seré milanista el resto de mi vida", dijo desde el centro del campo de San Siro, cuando se despidió de afición y compañeros.
"La primera vez que estuve en el Milan me dieron alegría, la segunda vez me dieron amor. Agradezco a mi familia por su paciencia, luego a la segunda familia o a los jugadores y al entrenador con su cuerpo técnico. Gracias también a los directivos por la oportunidad que me han brindado. También les agradezco a los aficionados desde el fondo de mi corazón que me han recibido con los brazos abiertos. Seré un fanático del Milán de por vida", añadió.
El sueco se retira del fútbol tras 988 partidos y 573 goles repartidos en todos los clubes que ha estado y su selección.
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