Rumbo a los Panamericanos: "En mi casa voy por medalla sea cual sea el color"... Un día con el esgrimista que dio el batacazo en Lima 2019

Gustavo Alarcón fue una de las grandes sorpresas de Chile en los Juegos Panamericanos de Lima. Obtuvo medalla de plata. El esgrimista venció en la semi del florete a Race Imboden, ganador del bronce en los Olímpicos de Río, y en la final dio pelea contra el estadounidense Gerek Meinhardt, por entonces número dos del mundo. "Nada es imposible como dijo 'Nico' Massú", declaró entre risas el deportista nacional en la capital peruana.

Ya han pasado cuatro años. Alarcón competirá en Santiago 2023 y sabe que ya no es el muchacho del que nada se espera. La presión será distinta. "Mi objetivo, estando en casa, es lograr una medalla. Sea cual sea el color. Ojalá llegar a la de oro, ojala repetir también la final panamericana, en individual y sobre todo por equipos. Estoy muy ilusionado. Este ciclo lo hemos proyectado muy bien al equipo, que es mi familia, están mis primos y mis hermanos", le dice a Emol.

Para Alarcón la esgrima fue una herencia sanguínea. Su tía Ruby fue su primera entrenadora y le enseñó lo básico cuando era muy chico. "No era muy consciente de lo que hacía", comenta. Pero en la adolescencia el gusto creció y pasó a ser un proyecto de vida.

La rutina de Alarcón es ajetreada, con muchos desplazamientos y obligaciones y poco tiempo libre en la agenda. Aquí te contamos cómo se entrena para los Panamericanos.

Nombre: Gustavo Alonso Alarcón Sirriya

Edad: 24 años

Deporte: Esgrima (Florete).

¿De qué se trata su disciplina?: Deporte en que dos personas con una careta, un traje especial y un arma de metal sin filo se enfrentan. Gana quien antes consigue tocar al adversario un determinado número de veces.

Mejores logros: Oro Juegos Bolivarianos Santa Marta 2017, medalla de plata en los Juegos Odesur 2018, medalla de plata en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, Campeón Sudamericano adulto en 2019, medalla de bronce en los Juegos Bolivarianos 2022, tercer lugar en equipos Campeonato Panamericano adulto 2023

Pruebas a disputar en Santiago 2023: Competencia por equipos. (Después del Mundial que se realizará desde el 18 de julio en Italia se sabrá si también va a la prueba individual).

Alarcón vive en San Joaquín, cerca de la estación Pedrero. Se suele levantar a las 07:15 a.m., desayuna cereales con una taza de café y viaja hasta el Campus Creativo de la Universidad Andrés Bello en Providencia. Entró a estudiar publicidad este año.

"A mí me dan facilidades para rendir pruebas atrasadas, sobre todo en mis períodos de viaje cuando estoy en preparaciones o en competencia, pero cuando estoy acá es full recuperando notas. Lo más importante es ser bien planificado y tener la misma disciplina que tenemos para el deporte. La verdad es que es intenso, pero me gusta el ritmo de vida. Estamos aguantando", declara.

A media mañana se come un yoghurt con una barra proteica o una fruta. Su almuerzo siempre contiene mucha fibra. Luego de la universidad, a veces puede descansar un rato en su casa y de ahí se va al Centro de Entrenamiento Olímpico (CEO) en Ñuñoa. A las 17:30 horas parte el trabajo físico. Antes de iniciar, realiza ejercicios de movilidad articular y de elongación.

Rutina: HIIT (intervalos de alta intensidad).

Tipo: Resistencia aeróbica.

Tiempo de trabajo: 90 minutos.

Alarcón lleva calzas que le cubren de la rodilla hacia arriba, un short y un polerón azul y rojo. Le gusta entrenar escuchando música urbana chilena, R&B o City pop.

En esta jornada le toca un entrenamiento HIIT de resistencia aeróbica. Son nueve estaciones, trabaja 15 segundos a toda potencia, descansa otros 20 y pasa a la siguiente.

Sus pies repiquetean velozmente contra el piso al avanzar por una escalera de coordinación. Luego, se pone en posición de guardia para realizar movimientos posteriores y anteriores de esgrima. También lanza un balón imitando los gestos técnicos que hace cuando está con el florete en ristre. El circuito se repite seis veces sin parar.

"Tenemos período de carga, tenemos períodos de acumulación y períodos competitivos, en que hacemos ejercicios de menos carga y más rapidez y explosividad. Generalmente en la semana hacemos un día de carga y el resto de los días hacemos HIIT de resistencia aeróbica con movimientos técnicos de esgrima, buscando velocidad y agilidad. Principalmente lo que se trabaja es la explosividad, la fuerza elástica en el caso del florete. Es bastante parecido al boxeo. Es un combate uno contra uno, estás esperando el momento, tanteando y cuando sale el golpe tiene que salir con todo. Eso en el período de ahora que es competitivo. Pero cuando estamos en período de acumulación, de fuerza, es harta pesa", explica.

Alarcón tiene trabajo físico cuatro días a la semana. Cuando termina la sesión, se come un yoghurt con un plátano. No hay mucho tiempo para descansar. Se tiene que preparar para el entrenamiento técnico que viene inmediatamente después.

Duración: 75 minutos aproximadamente.

Dato clave: Precisión, técnica y trabajo sobre presión.

En el salón de esgrima del CEO hay mucho ruido. Las armas al chocar, las máquinas de cada pista marcando puntos, un cúmulo de voces que resultan indistinguibles a la distancia. "Es infernal, pero uno está acostumbrado", menciona Alarcón.

Tubos fluorescentes iluminan en el lugar. En el piso hay esparcidas mochilas y zapatillas. También guantes, sables, espadas y floretes. En una de las paredes se instalaron seis espejos gigantes que los deportistas utilizan para pulir detalles técnicos.

La práctica parte con un calentamiento lúdico. Se forman equipos y se juega al spikeball. Con la mano hay que hacer rebotar una pelota amarilla sobre una pequeña red circular que funciona como un mini trampolín. Un ejercicio para activar músculos y reflejos. Abundan las risas, alguno se pica.

Hay una breve pausa. Alarcón se pone el traje de esgrimista y la careta mientras uno de sus compañeros y un entrenador lo molestan porque no sabe con exactitud cuánto mide la pedana, la pista sobre la que se realiza un combate.

El entrenador reúne a todos para darles instrucciones. Les muestra movimientos de ataque y defensa que tienen que replicar.

En este caso, importa más la calidad que la velocidad. Alarcón le muestra con paciencia a un compañero dónde apuntar, cómo defender, en qué posición estar. Juntos ejecutan sin acelerarse en ningún momento.

"Es hacer los movimientos bien hechos técnicamente, un poco más lentos, no tan rápidos y explosivos. Primero hay que agarrar la mecánica del movimiento", apunta Alarcón.

Terminados esos ejercicios, hay simulaciones de combate. Todo se hace rápido e intenso. Centelleante. Las parejas van cambiando, también los contextos.

"Ya en la segunda parte era practicar situaciones de combate competitivo. Con diferencias de marcador, uno yendo abajo y el otro arriba, y con poco tiempo de combate. La idea era que el que fuese abajo tratara de remontar teniendo la presión del tiempo. Ese tipo de situaciones se dan bastante en los combates. Por ejemplo: Quedaban 10 segundos, ocho segundos", declara.

Terminado el entrenamiento, Alarcón estira todo el cuerpo por alrededor de 20 minutos. Cerca de las 21:30 horas estará en su casa.

Está contento. Cuando llegue, no tendrá que estudiar para un examen ni preparar un trabajo de la universidad. El día siguiente será relajado.

"Llego a comer y a descansar. Pero por ejemplo el otro día me tocó llegar a las nueve y media, comer y después prepararme para un examen. Eso es lo general. Siempre tengo cosas que hacer para la universidad después de entrenar. Las tengo que hacer de 10 a 12, de 10 a una de la mañana. Por eso me acuesto tarde varias veces", narra.