Las visitas de Bachelet, el "espionaje" que pidió Sampaoli: A 10 años, tres protagonistas rememoran historias de la Copa América 2015
Un jugador, un miembro del cuerpo técnico y el histórico utilero retroceden en el tiempo y recuerdan la gesta dorada de la selección chilena.
04 de Julio de 2025 | 06:20 | Redactado por Claudio Ortega, Emol
Tarde del sábado 04 de julio de 2015. El Estadio Nacional rugía. Claudio Bravo tapaba el penal a Éver Banega y el peso de la historia recaía en Alexis Sánchez. El "Niño Maravilla" definía a lo grande. Era el grito de gol esperado por cerca de 100 años. Chile, por primera vez, era campeón de América.
Se cumplen exactamente 10 años de la legendaria gesta ante más de 45 mil personas en el recinto de Ñuñoa. Para muchos protagonistas los recuerdos de aquel épico e inolvidable camino al título siguen vivos.
Paulo Garcés fue uno de los 23 jugadores, Cristián Leiva era parte del staff técnico y el "espía" de Jorge Sampaoli; y Wilson Vásquez fue hasta hace muy poco el utilero de la "Roja" por casi dos décadas.
Todos ellos recuerdan en Emol el histórico título de Chile en la Copa América 2015. Cómo se vivió todo dentro del camarín.
"Cómele el hígado"
Paulo Garcés defendía en 2015 el arco de Colo Colo. En uno de los mejores momentos de su carrera, Sampaoli lo llevó a la selección. Fue el tercer arquero detrás de Claudio Bravo y Johnny Herrera.
"A diez años se recuerdan muchas cosas, muchas, pero lo que más recuerdo de ese mes y dos semanas concentrados es el entrenar con esa calidad de jugadores y cuerpo técnico de un nivel mundial", sostiene el meta que hoy juega en San Felipe.
"Entrenar y estar con los jugadores de la 'Generación Dorada' es algo único. Llegué a un nivel muy bueno de mi parte y eso lo aprecio y lo voy a recordar por toda mi vida. El levantar la copa, besarla, tener la medalla en el cuerpo, traspasarle eso a la familia. Aquel recorrido en el bus hacia La Moneda, toda la gente en las calles, el bus no avanzaba, nos tiraban cosas, banderas, de todo para mostrarlo hacia el mundo, hacia Sudamérica. Son cosas que voy a apreciar el resto de mi vida", rememora con nostalgia.
Garcés repasa dos capítulos que para él siguen frescos a diez años del título: El "cómele el hígado" de Sampaoli y la sorpresa de los videos motivacionales de sus familias.
"Recuerdo muy bien los videos que nos mostraron antes del partido (con Uruguay por cuartos de final), la arenga de Sampaoli y su frase de 'cómele el hígado'. También cuando entraba la Presidenta (Michelle Bachelet) al camarín y preguntaba antes si estábamos todos vestidos", confiesa.
¿Qué es eso del 'cómele el hígado' y de qué trataron los videos? "Jorge es un motivador innato. Recuerdo muy bien cuando llegaba al lado del 'Huaso', de Gary, y les decía 'cómele el hígado', era su arenga para motivarlos. Mientras que el video motivacional fue de nuestras familias y los mostraron en el camarín ahí en el Nacional".
"No me arrepiento, pero..."
Cristian Leiva trabajó por años en la "Roja". Cumplió varios roles dentro del staff técnico, el más recordado por ese entonces: El "espía" de la "Roja". Ecuador, Bolivia y México fueron los rivales de Chile en la fase grupal. Él los tuvo que estudiar.
"Hicimos muchas locuras, cosas que jamás pensé que podían pasar. Ir de aeropuerto en aeropuerto. Ir a ver a México a Los Ángeles, al otro día tomar otro vuelo de noche para ir a ver a Ecuador en Guayaquil, después volver a La Paz a mirar a Bolivia, luego a Santiago y de ahí volver a viajar", relata.
"No había redes sociales, solo Twitter y había que recabar la mayor cantidad de información posible, saber dónde entrenaban, cómo llegar. Hoy, con el objetivo logrado, no me arrepiento porque la misión era conseguir información, aunque no lo volvería a hacer", admite.
El "Flaco", hoy asistente en Colón de Santa Fe, reconoce que el día después del título fue "un día normal".
"Uno no le toma al valor hasta ahora. Al otro día, después de ser campeón, yo me fui a Pinto Durán como todos los días. Me encontré con Sampaoli, todo el equipo y no nos dábamos cuenta hasta que pasó el tiempo. Seguíamos en la rutina, llegar a las 7 de la mañana, de domingo a domingo, sin parar, entonces no se asumía. Era todo tan intenso que no nos dimos cuenta hasta que pasó el tiempo", repasa.
Finalmente, Leiva coloca el partido ante Uruguay como el punto de inflexión del camino al histórico trofeo continental.
"Se alineó todo, porque a veces uno planifica las cosas y no salen, pero aquella vez todo salió como se pensó. Creo que el momento en que le ganamos a Uruguay, ese gol de Mauricio, todo lo que pasó en ese partido, hacer el gol faltando unos minutos. Ahí es cuando dijimos es ahora. Ahí nos dimos cuenta, fue un momento clave, un partido duro que se jugó dentro y fuera de la cancha. Ganarlo de esa manera marca algo y nosotros dijimos 'aquí está'. Para la mentalidad de todos eso marca un paso importante".
"Pégale 'Huasito'" y las travesuras en concentración
Wilson Vásquez estuvo con Marcelo Bielsa, Jorge Sampaoli y muchos técnicos más. Fue el utilero de la "Roja" por casi dos décadas. Hace unos meses fue despedido. Historias con la selección tiene por montón.
"Hay recuerdos inolvidables. Ser parte del grupo que les servíamos a los jugadores, ser parte del staff y estar en una Copa América, más encima en el país", relata emocionado quien hoy trabaja en la selección de fútbol de influencers de Chile.
El histórico utilero recuerda lo que fue la Copa América 2015 y coincide en el momento en que la "Roja" asumió que podía ser campeón: El duelo ante Uruguay por cuartos.
"El partido que nos abrió la puerta fue con Uruguay. Siempre fue una selección que había costado, que la veíamos desde lejos, que siempre se salía con la suya. Ganarles y pasar esa barrera nos dimos cuenta que el sueño estaba cerca. Sin desmerecer a Perú y a Argentina, era un paso muy importante que llenó al equipo de confianza", dice.
Y luego trae a escena el golazo de Isla, su gran amigo en la "Roja". "Fue fundamental y lo grité como nunca porque fue extraordinario, es que siempre le decíamos al 'Huasito' pégale al arco 'Huasito', pégale al arco. Y ese día se le debe haber venido a la mente y le pegó al arco de una manera, que fue extraordinario. Lo celebramos como la final de la Copa del Mundo".
"Le decíamos menos mal que hiciste caso y le pegaste al arco. Hacer el gol de esa manera, casi en el final, y ver que fue Mauricio, una persona que para mí es muy especial, fue una alegría doble. Siempre ha sido un jugador anónimo, pero muy importante en lo que se construyó, fue algo muy feliz para mí también. Lo grité como nunca, saltamos arriba de él. Eso también complicó más a los uruguayos, después de eso empezaron las peleas, las discusiones, nos dio felicidad, pero dejó la embarrada en la cancha", sostiene.
Wilson asume que fue un testigo privilegiado de la época dorada de la selección. No olvida aquella tarde cuando recibió la medalla de campeón en el Nacional.
"Cuando baja la emoción viene el raciocinio, en darse cuenta en lo que uno estaba metido. Estar casi 18 años en la selección, en los mejores 11 años del fútbol chileno, era de agradecimiento. Llevando 35 años en el fútbol como utilero, eso era el sueño del pibe, que todo amante del fútbol tiene, ser parte de algo tan importante. Verme ahí en el podio, colgándome la medalla, fue algo muy especial. Fue la primera y eso siempre va a quedar en la cabeza. Estar cerca de Claudio cuando levanta la copa, volver a casa, abrazar a mi esposa, agradeciendo a Dios, era el fruto de lo que se había construido por años de esfuerzo", narra.
Finalmente, al ser consultado por alguna anécdota que mantenga viva hasta el día de hoy no duda en las travesuras que hacían los seleccionados en Juan Pinto Durán.
"Durante la Copa América, en los 30 días de encierro, nos aburríamos y para salir de eso, inventábamos cualquier cosa. Gonzalo (Jara) con Jean (Beausejour) y otros muchachos ocupaban el carrito como de golf, que era para los materiales, y lo pescaban y se metían a la cancha. Colocaban una bolsa de basura grande cuando regaban las canchas y pasaban por arriba y el que iba sentado se pegaba medio golpe en el trasero. Inventábamos qué hacer para no aburrirnos. Eran tardes de mate y conversaciones".
Recuerdos imborrables de una gesta histórica y que, claro está, trasciende las generaciones del fútbol chileno.
