Tras llegar en 2025 y ser protagonista como jefe de equipo de la era más laureada de Red Bull,
el británico Christian Horner fue despedido este miércoles.
Una decisión polémica por parte de la escudería austriaca.
Horner lideró un proceso más que exitoso que dejó 14 títulos, entre campeonatos de pilotos y de constructores.
Sin embargo, esta salida se suma a las de otros importantes funcionarios que han dejado Red Bull en el último año y medio, como el mítico ingeniero Adrian Newey (hoy en Aston Martin) y el director deportivo Jonathan Weathley (hoy en Audi). Ambos con casi 20 años de experiencia en los austriacos.
El momento de la escudería es de crisis. Hay varios factores que así lo reflejan...
La acusación que removió todo
El despido de Horner no hace más que reavivar la compleja acusación que vivió en 2024. El jefe de equipo fue denunciado a principios de año por "comportamiento inapropiado" por parte de una empleada de la escudería. En su momento se dijo que hubo mensajes "inadecuados" e incluso otros medios hablaron de fotos íntimas.
Hubo negociaciones privadas para que el tema no saliera a la luz, pero la presunta afectada llevó el tema al Tribunal Laboral de Londres.
La denuncia fue aceptada por este tribunal británico por un supuesto acoso sexual.
La identidad de la empleada nunca fue revelada.
El escándalo comenzó cuando la trabajadora llevó la acusación al interior de Red Bull por mensajes "inadecuados". La escudería investigó de manera interna con un abogado externo. Se decidió finalmente que Horner -quien siempre negó los hechos- no tuvo ninguna conducta impropia.
Pero la mujer no se conformó con la resolución y rebatió el dictamen de la compañía, llevando todo al Tribunal Laboral.
El tema salió a la luz, la imagen de Horner se vio afectada y hoy, varios meses después, deja la escudería. El caso todavía no está cerrado.
Conflictos internos
Esta acusación también trajo conflictos internos en Red Bull. De hecho Jos Verstappen, padre de Max, disparó: "Hay tensión aquí mientras él esté en su posición. El equipo está en peligro de romperse. No puede seguir en este camino. Explotará. Juega a ser la víctima, cuándo es él quien causa los problemas".
Esta disputa interna hizo presión fuerte al interior de Red Bull. De hecho, según ESPN, Oliver Mintzlaff, CEO de Red Bull,
logró presionar a los dueños -protectores de Horner- para convencerlos de que era necesario renovar el liderazgo. Hubo reuniones clave con Verstappen involucrado para sellar la salida de Horner.
Otros medios creen que Horner acumuló demasiado poder en el interior de Red Bull y que incluso generó fricciones en varios frentes, sobre todo en Verstappen.
"El poder de Horner también parecía ser una espina clavada para Max Verstappen y su equipo de asesores. El cuatro veces campeón del mundo había coqueteado repetidamente con fichar por Mercedes", explicó el sitio Auto Motor Sport.
Scott Mitchell-Malm, periodista especializado en la F-1 fue duro: "No solo ha retrocedido desde su máximo nivel de 2023, sino que se ha desplomado. Es casi seguro que no habrá campeonato este año. El problema del segundo piloto se ha convertido en una crisis total. Los cimientos de la estructura del equipo se han resquebrajado, por no decir desmoronado".
Crisis deportiva
Todo esto ha llevado a una crisis deportiva. Hoy por hoy, Red Bull está cuarta en el campeonato de constructores, tras McLaren, Ferrari y Mercedes.
Además, Verstappen solo ha ganado dos carreras en el año (Japón e Imola) y está a 69 puntos del líder Oscar Piastri (McLaren).
Por si fuera poco, el segundo piloto ha sido todo un tema. Liam Lawson fue desplazado de su lugar tras apenas dos carreras y Yuki Tsunoda tampoco logra convencer del todo.
En medio de todo esto, cada vez son más fuertes los rumores que sitúan a Verstappen como posible fichaje de Mercedes. Pese a que el neerlandés descartó estar pensando en un movimiento, la incertidumbre crece en torno al futuro del tetracampeón de la F-1.
