Unión Española vive un momento muy complejo. Es penúltimo en el Torneo Nacional y tendrá una dura tarea en la segunda rueda para intentar mantener la categoría.
Miguel Ramírez llegó para intentar salvar al equipo. Pero el entrenador está incómodo. Según él, le prometieron cuatro refuerzos cuando llegó y no le van a cumplir.
"Cuando llegamos a acuerdo con la dirigencia, teníamos la posibilidad de traer cuatro jugadores e íbamos a definir las posiciones. Las principales que teníamos que reforzar eran la defensa central, la contención, el extremo y un hombre de punta o un volante de creación", expresó.
En ese sentido, reconoció que el retorno de Emiliano Vecchio fue una opción real. El jugador quería venir. Sin embargo, no se pudo hacer.
"Por supuesto que en algún momento sí se pensó en Vecchio, pero después nos enteramos de que no podíamos traer a los cuatro refuerzos porque Bastián Roco no cedió su cupo", afirmó "Cheito".
Roco se está recuperando de una lesión de rodilla. Al no ceder su cupo, el DT tuvo que modificar lo que había diagramado.
"Es una cuestión en la que yo no tengo injerencia porque viene del año pasado, entonces tuvimos que priorizar los puestos. Llegó el defensa central y estamos a las puertas de que se sume un volante de corte y un hombre que juegue en punta", declaró.
Pese a los problemas, Ramírez descartó renunciar al cargo.
"No estoy arrepentido de haber venido, siento una responsabilidad grande porque el desafío es mayor. Tenemos un jugador menos para poder traer y no me cabe duda que se están haciendo los esfuerzos para cumplir con estos tres refuerzos", comentó.
"Para mí sería fácil partir, porque lamentablemente por cómo se generaron las conversaciones y lo que se había acordado de traer cuatro jugadores no se está cumpliendo. Sería fácil decir no sigo y me voy, pero me mueven los desafíos y estar en Unión Española, una institución de prestigio, con historia, a la cual me seducía venir", cerró.
Han sido un período muy convulso para la Unión. El arquero Franco Torgnascioli recientemente se fue de la institución y disparó contra "Cheito" Ramírez.
"Me sentí poco respetado, no por la decisión de que me saque de la titularidad, sino por la manera en que actuó. Me molestó mucho porque hay códigos que respetar y él no lo hizo", manifestó el uruguayo.
A eso se suman movimientos en la dirigencia. Hace unas semanas, hubo un cambio en la gerencia deportiva con la llegada de Sabino Aguad y esta semana se confirmó, además, que la presidencia tenía nuevo dueño. Francisco Ceresuela Muñoz dejó el cargo y asumió Santiago Perdiguero San Miguel.