Comienza una nueva era en O'Higgins. Tras 20 años, la familia Abumohor se va y oficialmente hay nuevos dueños: "Un grupo de reconocidos inversores deportivos en la industria del fútbol". Así describió el cuadro celeste la operación.
Los ahora propietarios del club de Rancagua son Christian Bragarnik, Matías Ahumada Rioja, Jorge Alberto Hank y Jorge Reina. La operación bordearía los 25 millones de dólares.
La venta de O'Higgins era un hecho. De hecho, se había filtrado que las negociaciones iban firme con el Grupo Caliente, conglomerado mexicano que tiene tres equipos en su país: Xolos de Tijuana, Querétaro y Dorados de Sinaloa. En aquel momento el club reconoció que estaban en conversaciones.
"No está firmado, pero está muy adelantado. Solo falta la firma", decía hace unas semanas Pablo Hoffmann, aún presidente de los celestes.
Sin embargo, al anunciar el traspaso de la institución, no hubo mención alguna a dicho grupo inversor. ¿Entonces?
Pese a que el cuadro de Rancagua no hizo alusión al Grupo Caliente, lo cierto es que hay vínculos directos de parte de los nuevos dueños con el conglomerado mexicano.
De hecho, en suelo azteca así informaron la venta: "¡Oficial! Grupo Caliente adquiere a O'Higgins de Chile", tituló el diario Récord.
"El conjunto celeste confirmó la venta de la propiedad a un grupo de empresarios ligados al Grupo Caliente", agregó mencionando directamente a Bragarnik y Hank como los nombres relacionados a los nuevos dueños.
Hank es el dueño del Grupo Caliente, así lo confirman en México. El conglomerado es una de las compañías de apuestas más grande de ese país y dueña de los clubes ya mencionados como Xolos de Tijuana.
Es uno de los 23 hijos de Jorge Hank Rhon, empresario que ha sido acusado de lavador de dinero, asesinato y posesión de armas.
Bragarnik, es uno de los represantes más importantes de Latinoamérica y fue propietario de Unión La Calera y ha tenido vínculos con Audax Italiano, San Luis y Fernández Vial, conoce a Hank hace más de una década.
En Argentina detallaron que
la expansión del agente en el fútbol mexicano fue precisamente por "su amistad" con Hank. De acuerdo al medio Infobae,
"Bragarnik se convirtió en asesor del Grupo Caliente".
Los otros dos dueños mencionados por O'Higgins son Jorge Reina, ex futbolista con paso por La Serena, y Matías Ahumada Rioja, analista especializado en gestión deportiva vinculado a Score Fútbol, la agencia de represenantes liderada por Bragarnik.
Ahumada, según informó a los trabajadores, será quien "esté presencialmente como el líder de la organización".
Preocupación por la venta
El traspaso del cuadro celeste ha hecho ruido. Un grupo de hinchas se reunió el pasado viernes y acordaron "solicitar al club una exposición transparente del proceso", detalló El Mercurio. También hay preocupación entre los funcionarios de la institución y ex miembros del club.
"Durante los últimos 20 años O'Higgins tuvo un gran crecimiento en lo social y en infraestrcutura. Que el club quede en manos de otra gente, cuya intención desconocemos, es preocupante", señaló Gerardo Silva, ex DT celeste, al citado medio.
El senador Matías Walker, quien impulsa la reforma a las sociedades anónimas, también puso voz de alerta. Aseguró que "hay un claro conflicto de interés en el grupo comprador".
"Tengo la mejor opinión de lo que ha hecho la familia Abumohor, cómo tomó el club y cómo lo deja. El título, el nuevo estadio, Monasterio Celeste, divisiones inferiores, es todo notable. Comparto la preocupación porque el señor Bragarnik está vinculado a una empresa de representación de jugadores y eso es algo que en nuestro proyecto de ley lo prohíbe expresamente para poder terminar con los conflictos de interés", expuso en Emol.
"Las agencias de representación de jugadores se deben dedicar solo a eso, no a administrar clubes. No solo lo prohíbe el proyecto, también la FIFA. Por ahora hay manga ancha para aceptar estas situaciones. Estos casos refuerzan la necesidad de seguir adelante con la reforma para evitar cualquier tipo de conflicto de interés", agregó.
No está claro cuando los nuevos dueños tomarán el control, pero la nueva era ya comenzó en Rancagua.
