Son días complejos para San Antonio Unido. La crisis financiera tiene al club caminando por la cuerda floja. Una deuda de 3 mil millones de pesos complica su existencia.
Pese a que la quiebre parece inminente, jugadas de última hora podrían salvar al emblemático elenco de la Quinta región. Al menos por ahora. El objetivo es que la institución "no desaparezca", dijo su presidente, Guillermo Lee.
La primera acción para seguir compitiendo en la Segunda División es pagar los sueldos de los jugadores. Eso ya está zanjado:
Se cancelarán con la garantía dejada en la ANFP para participar del torneo.
Eso sí, la dirigencia del SAU tiene 6 días para reintegrar dicho monto y así no tener castigos de parte del ente rector.
La segunda acción es seguir buscando fondos para que el cuadro lila sea mantenga vivo.
"Hemos iniciado conversaciones con distintos grupos inversores, dos grupos, para que lleguen a hacerse cargo del club. No cobramos nada, solo queremos salvar la institución", explicó Lee al diario Líder de San Antonio.
También hay una campaña a través de las redes sociales para recaudar dinero. "Mucha gente nos escribió, ofreció ayuda y la vamos a cobrar. Queremos reunir algo de fondos, lo antes posible para pagar los gastos operativos de la institución. No está muerto quien lucha", agregó el mandamás.
"La meta urgente es juntar 20 millones de pesos de aquí a dos semanas, ojalá sea antes para reponer la bioleta de garantía. También las empresas pueden poner auspicios en la camiseta. Hoy los necesitamos a todos", dijo Lee.
Finalmente, el presidente del SAU señaló que "también necesitamos de las empresas locales. Estamos cerca, creo que llegará un inversor nuevo, pero necesitamos un par de semanas, más o menos un mes para mantenernos. Si ligramos entre 20 y 25 millones pronto, nos va a resultar".
Si San Antonio no logra evitar la quiebra, se iría a Tercera División, además perdería su nombre e históricos colores si quiere volver a futuro al fútbol profesional.
