La nadadora Zidi Yu, de apenas 12 años, es la gran sensación del Mundial de Singapur. Acaba de ganar una medalla de bronce en el relevo 4x200 e igualó el récord de precocidad de la danesa Inge Sorensen, quien con la misma edad se subió al podio en los Juegos Olímpicos de Berlín 1936.
Yu no participó en la final, pero sí estuvo en las preliminares, por lo que, según el reglamento, es oficialmente medallista.
La china, que cumplirá 13 años en octubre, ya había rozado la presea en dos ocasiones en este Mundial. Fue cuarta en los 200 estilo libre y en los 200 estilo mariposa.
Así se convirtió en la finalista más joven de un campeonato mundial. Además, nadie ha nadado más rápido que ella a tan temprana edad.
Yu nació en Baoding, provincia de Hebei, y fue descubierta de manera fortuita durante un verano en el que intentaba capear el calor.
"Estuve muchos días bañándome en varias piscinas de niños. Un día un entrenador se me acercó y me preguntó si quería nadar más rápido", le contó a medios de su país.
Su papá la inscribió en clases de natación y rápido destacó. Fue reclutada por el programa deportivo de Hengshui y empezó a entrenar dos veces por día. Con 10 años ya formaba parte del equipo absoluto de su provincia, en 2024 empezó a aparecer en los ranking nacionales de China y en mayo pasado logró las tres marcas A de World Aquatics que le permitieron clasificar directamente al Mundial.
"Tiene un futuro realmente interesante. Habrá que seguir su desarrollo. Ahora va a tener mucha más presión porque hasta aquí nadie la conocía. Pero es probable que en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 la veamos muy arriba", afirmó la destacada nadadora canadiense Mary-Sophie Harvey.
El New York Times, basándose en documentos de la Oficina Provincial de Deportes de Hebei, dio detalles de cómo es el entrenamiento de la joven estrella.
Yu nada 15 kilómetros todos los días y pasa al menos dos horas diarias en una cámara de hipoxia que simula estar a dos mil metros de altura. Su recuperación es un 40% más rápida que la de las adultas.
En apenas 12 meses ha mejorado en promedio cinco segundos sus marcas y ha superado 27 controles antidoping. Es muy eficiente dentro del agua, puede avanzar bastante sin tantas brazadas. Los estudios dicen que llegará a medir 1,81, por lo que será bastante similar a la multicampeona estadounidense Katie Ledecky.
Yu sigue en el colegio. Esta en sexto de primaria en China. Estudia en las concentraciones o en los trayectos a las competiciones.
"No soy una genia, en lo absoluto, es todo fruto del trabajo duro y la práctica", aseguró la nadadora.
El debate que genera
La joven china es un prodigio, pero sigue siendo una niña. Más allá de la espectacularidad de sus marcas, ha generado debate en el Mundial.
El director ejecutivo de World Aquatics, Brent Nowicki, está deslumbrado con ella.
"Nunca imaginamos que una niña de 12 años nadaría así", afirmó.
Para poder competir en el Mundial no hay límite de edad, pero sinceramente nadie de la organización pensó que alguien tan joven iba a lograr las marcas mínimas exigidas.
"Nuestros estándares son tan estrictos que no pensé que una niña tan joven tuviera el potencial para lograr esos tiempos", comentó Nowicki.
Es muy probable que la Federación internacional haga una revisión al reglamento. Hay una pregunta que queda en el aire. ¿Es ético que una niña esté sometida al estrés de los entrenamientos y competencias del alto rendimiento? ¿Cuál es el impacto en su salud mental y física?
"Echaremos un vistazo y veremos si necesitamos dar más pasos o si nos sentimos cómodos donde estamos. Ella es genial, tiene un gran futuro, ojalá salgan cosas buenas de esto. Debemos ser cuidadosos. No queremos inclinar la balanza en la dirección opuesta", manifestó Nowicki.
La psicóloga deportiva española, Ana Merayo, habló del caso de Yu y mostró preocupación.
"Ella está construyendo su autoestima y su visión del mundo. Lo que está viviendo no encaja con el momento evolutivo y socio-afectivo. Solo valgo si gano. Para ella el juego no es un espacio de aprendizaje, que es lo que debería ser a su edad. Para ella es una profesión", le dijo a El Confidencial.
"Si no se protege al menor surgen situaciones como abandono prematuro, burnout, trastornos de ansiedad... Su vida debe ser equilibrada, debe tener relaciones horizontales y ser una niña", añadió.
David Popovici, campeón mundial a los 17, ni siquiera puede imaginar lo que está viviendo Yu. Encendió una alerta.
"Cuando yo tenía 12 años, aún corría por el parque, atrapando insectos y pasándomelo bien. Espero que tenga un buen equipo de apoyo, porque el camino que le espera no es sencillo", opinó.