Terence Atmane (136°) está viviendo un sueño. El francés de 23 años, proveniente desde la qualy, se metió en cuartos de final del Masters de Cincinnati tras vencer en un partidazo a Taylor Fritz (4°) por 3-6, 7-5 y 6-3.
El tenista galo deslumbró con sus golpes, su potente zurda y rapidez para desplazarse de lado a lado. Pero al que ha seguido Cincinnati no le debiera sorprender, ya que antes dejó en el camino a figuras importantes como el prodigio brasileño Joao Fonseca (52°) o el italiano Flavio Cobolli (22°).
Ahora, en el horizonte de Atmane aparece otro durísimo desafío: Holger Rune, danés 9 del mundo, a quien enfrentará hoy desde las 20:30 hora chilena.
Son días inusuales para el francés. Nunca antes había llegado a cuartos de un Masters 1000 y con lo hecho hasta ahora, ya aparece 93 en el ranking en vivo, rompiendo por primera vez la barrera del top 100. Su palmarés consiste de cuatro títulos challengers.
Pero la vida del tenista galo está llena de curiosidades. Para partir, su ídolo es el chileno Fernando González. Así sale en su descripción en el sitio oficial de la ATP. Su tremenda derecha es algo en común.
Además, le apodan "el mago", por su habilidad para hacer trucos de magia con cartas. Incluso se tiene como "The Magician" en su cuenta de Instagram.
Por si fuera poco, Atmane tiene una de las colecciones de cartas Pokémon más grandes de Francia. "Cuando era un niño, veía Pokémon en la tele. Recuerdo que todo fue muy natural, en el colegio los niños hablaban de las cartas de Pokémon y eran muy famosas en aquel momento. Es un pasatiempo que me conecta con mi infancia y me relaja. Cuando estoy fuera de la cancha, es un mundo que me ayuda a desconectar y a mantener el equilibrio mental", contó en una entrevista.
Su comienzo en el tenis, a los 7 años, se dio de forma fortuita y gracias a su madre, cansada de que su hijo esté jugando videojuegos. "Jugaba todo el rato a esos videojuegos, todos los días. Un día mi madre llegó a casa y me dijo que me iba a comprar una raqueta de tenis y que me llevaría a un club a probar, que ya era suficiente con los videojuegos. Desde aquel entonces jamás dejé de jugar", comentó.
Otra de las curiosidades de Atmane es que su coeficiente intelectual es de 158, un nivel altísimo. "Creo que algo que me distingue del resto es el instinto. Cuando mi cerebro funciona correctamente, puedo ser peligroso porque no pienso como los demás", dijo en otra ocasión.
El francés quiere seguir sorprendiendo en Cincinnati. Es su semana y busca aprovechar el momento.