El escándalo entre Independiente y Universidad de Chile por la Copa Sudamericana deja coletazos. Hay dos jugadores del equipo argentino que no lo han pasado bien después del bochorno en el Estadio Libertadores de América.
Felipe Loyola y Pablo Galdames atraviesan una difícil situación. Ambos han sido víctimas de ataques por las redes sociales.
El diario Olé describió el complejo panorama que atormenta a los chilenos desde lo ocurrido hace ya casi una semana.
"Recibieron amenazas de todo tipo en sus redes. 'Pipe' incluso cerró temporalmente su Instagram. En muchos casos les exigieron que salgan a hablar para sentar postura ante lo sucedido", indicó el citado medio.
Eso sí, no describe desde qué sector provienen las amenazas. Al entrar a la cuenta del ex Huachipato se aprecia que ya no existen publicaciones.
Ambos jugadores publicaron mensajes tras la barbarie en Avellaneda. Condenaron lo ocurrido.
"Qué lamentable situación. Es una pena todo lo que sucedió. No puede tolerarse este nivel de violencia. Me siento destrozado. La seguridad policial no sé dónde estaba. Una pena gigante. Todavía no creo lo que vi. Esto no es el fútbol. El deporte no es violencia", colocó Loyola precisamente en Instagram.
Otro caso
No solo Loyola y Galdames son tema en Argentina. También una chilena que hasta hace poco militaba en Independiente, pero en la rama de futsal. Se trata de Emily Muñoz.
La jugadora de 24 años brilló defendiendo la camiseta de la U en la misma rama. De hecho, en su perfil de Instagram tiene una serie de fotos de su estadía en el club azul. También ha sido seleccionado nacional.
Muñoz había llegado en abril pasado al "Rojo", pero decidió renunciar tras los graves hechos de violencia.
"Me dije a mí misma 'no puedo estar en este equipo'. Al otro día, hablé con el dirigente de Independiente y lo entendió, porque no quería que yo estuviera en un lugar donde no quería. Me fui a despedir del equipo, porque habíamos armado un gran grupo, pero lo que sucedió es más grande", contó a Redgol.
