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Gustavo Álvarez da desconocido y desgarrador testimonio de lo que vivió su hijo de 9 años en la barbarie ante Independiente

El técnico hizo una potente reflexión.

29 de Agosto de 2025 | 12:47 | Redactado por Claudio Ortega, Emol
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Gustavo Álvarez habló. El técnico de Universidad de Chile había mantenido el silencio tras los graves incidentes que "cancelaron" el partido ante Independiente por la revancha de los octavos de final de la Copa Sudamericana.

Este viernes el entrenador argentino asistió a la conferencia de prensa previa al Superclásico del domingo frente a Colo Colo y sorprendió con una revelación.

Álvarez relató la situación que vivió su hijo de 9 años, presente en el Estadio Libertadores de América el día de la barbarie.

"Lo de esa noche lo sintetizo en una palabra: locura. No tiene explicación racional. Tengo un hijo de nueve años que estuvo encerrado una hora y media en un palco, con hinchas del otro equipo amenazándolo", confesó.

"Cuando lo vuelvo a ver, cerca de la 1 o 2 de la mañana, me hizo tres preguntas que no tuve respuesta. Fíjese lo difícil que es reenfocarse. Te hace replantearte todo", complementó.

Siguió: "El no saber del estado de salud de sus familias y la impotencia de no poder hacer nada. Estoy hablando de muchos kilómetros de distancia y de nosotros mismos, que con una distancia de 100 metros estábamos encerrados en un vestuario, sin saber qué había pasado".

Su reflexión fue profunda: "Fue un momento doloroso, donde sentí un gran desprecio por la vida, por el prójimo y un odio infundado. El fútbol no es lugar para estas cuestiones. Gracias a Dios no lamentamos fallecimientos, pero no deja de ser muy doloroso y nos obliga a replantearnos muchas cosas".

"No fue rivalidad, fue odio. Y cuando hay odio, uno no sabe hasta dónde puede escalar. Eso es lo que más miedo da como padre y como entrenador que ve a sus hinchas sufriendo", aladió.

Y fue muy sincero: "Hoy la cabeza la tengo en el Superclásico, pero créame que estas cosas te cambian. Uno ya no mira igual un partido cuando sabe que su hijo estuvo en peligro. El fútbol tiene que ser pasión, no una trinchera de violencia".