Carlos Alcaraz (1°) festeja. Le ganó el título del US Open a Jannik Sinner, recuperó el 1 del mundo y consolidó su superioridad ante el italiano, quedando 10-5 en el historial y ganándole siete de los últimos ocho duelos.
Sin embargo, la temporada de Alcaraz tuvo un momento clave. El 21 de marzo fue la fecha que "cambió todo" en el año del español, según reflexiona y analiza el medio Marca.
¿Qué pasó ese día? Alcaraz, jugando un tenis muy lejos de su nivel, perdió en primera ronda del Masters 1000 de Miami ante el veterano David Goffin. Cayó en tres sets, siendo incluso remontado por el belga. Antes, había sido derrotado en semis de Indian Wells ante Jack Draper y en cuartos de Doha a manos de Jiri Lehecka.
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Se puede decir que en Miami toqué fondo. No sabía ni lo que iba a decir en rueda de prensa", dijo después.
Pero en vez de quedarse entrenando junto a su equipo, Alcaraz decidió irse de viaje a la Riviera Maya junto a su familia. Hubo críticas, pero desde ahí todo cambió...
Han pasado cinco meses desde ese viaje y "Carlitos" ha ganado seis títulos: Montecarlo, Roma, Roland Garros, Queen's, Cincinnati y el US Open. A esto se le suman los subcampeonatos en Barcelona y Wimbledon. ¿O sea? Un registro impresionante de 46-2.
"La derrota con Draper en Indian Wells me dolió muchísimo.
Luego llego a Miami y esa derrota con Goffin fue la gota que colmó el vaso. Hubo que parar, sentarnos y ver qué estaba pasando. Ese momento me ha ayudado mucho. De los malos momentos es de los que más se aprende. He aprendido, sobre todo, a focalizar en lo importante. Hay muchas cosas que le damos importancia y que quizá realmente no la tiene", dijo hace algún tiempo en Marca.
"Me vinieron muchos pensamientos a la cabeza y una de las mejores cosas que hice fue tomarme varios días de descanso y darme la oportunidad de pensar con claridad y ver las cosas con perspectiva y, a partir de ahí, decidir", agregó, exponiendo como fundamental ese viaje a México.
"Fue increíble para mí, que estando en mis vacaciones en México, le pedí a mi equipo que me mandara entrenamiento, porque no quería perder la forma. Aunque estuviese cinco días, quería seguir entrenando, haciendo gimnasio, quería prepararme para cuando volviese a casa poder entrenar y que no me costase empezar. Los últimos días ya le decía a mis padres y a Albert (agente): 'Yo quiero volver a casa ya'. Y mi hermano pequeño decía que quería quedarse una semana más. Yo necesitaba volver. Y ese fue un momento en el que me di cuenta de que me había venido bien. Yo, cuando juego con ganas en los torneos, es cuando realmente disfruto", lanzó.
Alcaraz suele viajar mucho y tomarse varias pausas en medio de su calendario. De hecho, tras ganar Roland Garros este año, se fue a Ibiza algunos días, algo que también despertó algunas críticas.