Antonia Villarroel es una de las deportistas chilenas más destacadas en el patinaje artístico. Tiene curriculum de sobra. Y ahora alista su participación en un nuevo Mundial, esta vez en China.
La reciente bicampeona Nacional Senior competirá en la cita planetaria entre el 17 y 30 de octubre. Sin embargo, ir a suelo asiático se ha convertido en todo un drama.
Como tantos otros deportistas, las redes sociales se han convertido en un apoyo. Pide aportes para costear su participación en China. Incluso, en las próximas semanas se realizará un bingo para reunir fondos.
"Es súper duro. Ahora se siente más porque ir a otro continente tiene un costo muy alto, mi familia se la ha jugado y mucha gente me ha apoyado. Entrenar tranquila es muy difícil. El gasto es enorme y eso genera mucha preocupación", sostuvo en entrevista con Agenda Deportes de EmolTV.
"Ser campeona nacional y pasar por esto genera frustración porque no hay financiamiento para nuestro deporte. Habían ciertos dineros destinados al deporte y ya se ocuparon, no hay más. El Comité no tiene recursos para nosotros", expuso.
Y profundizó: "Financiaron el Panamericano de Argentina y luego se acabó la plata y no hay para ir al Mundial".
El problema financiero es tan profundo que golpea fuerte a la disciplina.
"Muchos tuvieron que bajarse porque no pudieron financiar el Mundial porque no hay recursos del Comité Olímpico o federación. No solo ahora, es algo que pasa habitualmente. Es muy triste. Es frustante tener que acostumbrarse a esto".
Las dificultades han marcado la carrera de Villarroel. uno de los mayores problemas con los que convive es el trastorno del sueño.
"Es muy complicado, la cabeza juega mucho en contra. El trastorno del sueño en mi caso se vive en momentos estresantes, por ejemplo antes de un campeonato. Me cuesta dormir, puedo estar cuatro horas con los ojos cerrados y sin poder dormir. Hay que estar muy fuerte de cabeza para poder rendir, confíar en lo que uno hace. Eso lo he aprendido a llevar porque cuesta mucho en momentos muy estresantes", contó.
"Ahora ya lo tengo más controlado, sé cómo luchar contra el sueño. Todo comenzó en 2022, no sabía lo que era, ni que lo estaba desarrollando. Fue una lucha dura, fue la peor experiencia. Para mi segundo Mundial no podía dormir, me automedicaba y no podía. Es desesperante", complementó.
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