Nicolás Jarry (111°) no levanta cabeza. Tras más de un mes sin jugar de manera oficial,
el chileno volvió al tenis el martes pasado en el Challenger de Villena, en España, y sumó una durísima derrota.
Cayó ante el desconocido alemán Tom Gentzsch, 286 del mundo, por 7-6 (4) y 6-3. Una caída lamentable, sobre todo por el ranking de su rival y porque signfica su sexto fracaso en fila.
Desde que perdió en octavos de Wimbledon ante Cameron Norrie el 06 de julio pasado, Jarry solo ha perdido: Primera ronda de Kitzbuhel, Masters de Cincinnati, Winston-Salem, US Open y ahora Villena.
De hecho, su última victoria fue el 04 de julio, ante Joao Fonseca por la tercera ronda de Wimbledon.
En pocos días se cumplirán tres meses.
Además, entre el US Open y el challenger en el que perdió antes de ayer, hubo Copa Davis, en la que estuvo ausente. ¿La razón? Fue nuevamente padre, por lo que privilegió su familia antes que el calendario.
Por ejemplo, Alejandro Tabilo tampoco estuvo en la Davis, sumando bastantes críticas, pero apostar por la gira asiática le trajo tremendos resultados, subiendo más de 50 puestos en el ranking e incluso el título en el ATP 250 de Chengdú.
Lo de Jarry es complejo. Partió el año ilusionado con mejorar lo exhibido en el 2024, sin embargo, solo ha caído en el escalafón: Comenzó el 2025 en el puesto 34 y hoy está 111°. Son casi 80 casilleros los que ha perdido.
En cuanto a resultados, solo destacan los octavos de Wimbledon, instancia a la que llegó desde la qualy. Aparte de eso, nada más para resaltar. Perdió en primera ronda en Australia, Roland Garros y US Open y a nivel de Masters solo pudo sortear el debut en Roma, torneo en el que defendía la final.
Precisamente esa final de Roma es la última vez que jugó por el título, y fue en mayo de la temporada pasada.
¿Qué viene para el nacional ahora? Se bajó del Challenger de Jinan que parte la próxima semana y sigue anotado en el ATP 250 de Almaty, que arranca el 13 de octubre y donde está a seis bajas de entrar al cuadro principal.