Chile sufrió una dolorosa derrota ante Egipto por 2-1 en el Estadio Nacional por el Mundial Sub 20. Un tiro libre en el quinto minuto de tiempo añadido lo amargó, pero pese a la caída avanzó a octavos de final gracias al "fair play".
Japón terminó líder del Grupo A con nueve puntos. Luego le siguen la "Roja", los egipcios y Nueva Zelanda, todos con tres. ¿Qué fue lo que favoreció al cuadro chileno? El haber recibido menos tarjetas amarillas. Ese criterio de desempate evitó el papelón.
El equipo del muy cuestionado Nicolás Córdova enfrentará en octavos al segundo del Grupo C. Ese equipo, por ahora, es México. Pero también podría ser Brasil o España. Este sábado se sabrá.
Chile en el arranque del encuentro de esta noche se vio mejor que en los partidos anteriores. Un equipo más fluido, más veloz y que recuperaba rápido la pelota cuando la perdía. Inquietó con un par de cabezazos de Juan Francisco Rossel y y con un disparo de Vicente Álvarez hasta que a los 27' abrió la cuenta. Javier Cárcamo, volante de Huachipato, anotó con un fuerte remate desde fuera del área, un golazo.
La escuadra egipcia, que necesitaba ganar sí o sí, vio aplacado su ímpetu inicial y dependía de acciones individuales para generar riesgo. Un tiro libre ejecutado por Mohamed Abdalla dio en el travesaño y un disparo de Mohab Samy casi se mete, pero el arquero Sebastián Mella estuvo espectacular.
Sin embargo, el segundo lapso del equipo de Córdova fue horrible. Cuando recién iniciaba, la defensa se durmió en un tiro de esquina y Ahmed Abdin con un cabezazo puso el empate.
Chile trató de reaccionar rápido. Rossel metió un frentazo en área chica y el arquero con una reacción formidable le negó el gol.
Pero, con el correr de los minutos, el local se fue llenando de imprecisiones, de nervios. No era profundo, no ganaba duelos, no entraron bien los recambios. El rival, que venía de dos derrotas seguidas, con balones largos y mucho entusiasmo comenzó a acercarse.
A poco del final se chequeó un posible penal en favor de "Los Faraones" y todo el Estadio Nacional respiró aliviado cuando el árbitro anunció que fue un forcejeo normal. Sin embargo, poco después la "Roja" hizo una falta evitable cerca del área y Omar Khedr ejecutó con maestría el tiro libre para darle la victoria a los suyos en el quinto minuto de tiempo añadido.
La imagen del final fue de dos opuestos. Los chilenos llorando pensando que se quedaban fuera, los egipcios celebrando con su bandera el pase a octavos. La confusión era total. Ni los cuerpos técnicos tenían claros los criterios de clasificación.
Finalmente, Chile avanzó. Pero debe mejorar. Hasta ahora, ha dejado una imagen lúgubre en el campeonato.
