Tres derrotas y solo un triunfo. Peor aún, una humillante eliminación. Ese es el decepcionante saldo de Chile, el anfitrión del Mundial Sub 20.
La "Roja" jamás prendió en "su" Mundial. La victoria ante Nueva Zelanda en el debut no fue más que una ilusión. El resto del camino fue una tortura. Y el final, un bochorno.
Las críticas más duras apuntan a Nicolás Córdova, la cabeza del proceso. Como líder, el técnico acapara las críticas, sin embargo, sus pupilos también tienen responsabilidad.
El rendimiento en general fue pobre. Ningún jugador sobresalió. Se pueden rescatar nombres -sí-, pero no hay figuras rutilantes. Muy por el contrario. Acá un análisis...
Rindieron
Fueron 21 los seleccionados que llevó Córdova al Mundial. 19 jugaron. Solo los dos arqueros suplentes, Ignacio Sáez y Gabriel Maureira, no vieron acción. Y del total, solo hay dos para resaltar.
El primero es el meta Sebastián Mella, quien sorpresivamente se hizo del arco de la "Roja" por sobre Sáez, quien era el "uno" desde el Sudamericano.
El portero de Huachipato, de 20 años y de 1.86m, respondió a la confianza del DT. Dejó gratas sensaciones, sobre todo en la fase grupal. Tuvo importantes tapadones y seguridad área.
Ante México mostró algunas debilidades, sin embargo, en el global es uno de los pocos nombres que dieron un paso adelante.
Se suma Lautaro Millán, la sorpresa de última hora de la nómina. El volante argentino de padre chileno, que juega en Independiente, fue el mejor en la eliminación. Mucho más suelto y con peso ofensivo, exhibió destellos de su mejor versión. De hecho, dio la asistencia para el gol del honor de Juan Francisco Rossel.
Fue titular los cuatro partidos y también le marcó un golazo a Nueva Zelanda. Fue el único en cancha que mostró algo distinto. Se le preguntó si jugaría por la "Roja" adulta y no dudó: "Si me llaman, iré".
No brillaron, pero mostraron algo más que el promedio nombres como el defensa Felipe Faúndez y los volantes Javier Cárcamo y Agustín Arce.
En deuda
La lista la encabeza Juan Francisco Rossel. Fue la figura de Chile en el Sudamericano, pero en el Mundial nunca prendió. Solo el golazo de la dignidad ante México "disfrazó" un torneo muy pobre.
El delantero de Universidad Católica estuvo errático y peleado con el arco. Tomó malas decisiones reiteradas veces y jamás fue el líder del ataque que necesitaba Chile. Totalmente opaco.
Matías Pérez tampoco respondió. Llegó sin fútbol en el primer semestre por una larga lesión, pero con el cartel de haber sido fichado por el Lecce de Italia. Sin embargo, el defensa decepcionó.
Estuvo muy al debe y cometió dos penales (uno contra Nueva Zelanda y otro contra Japón). Además, falló en uno de los tantos que convirtió el seleccionado asiático. Es una carta del futuro, pero en este Mundial no cumplió.
Ian Garguez, Milovan Celis, Nicolás Suárez y Vicente Álvarez son otros nombres que tampoco pasaron la prueba. El primero, eso sí, no jugó en su puesto habitual. Córdova lo usó de central y en Palestino juega de lateral.
Tampoco pudieron marcar diferencias nombres como Francisco Marchant, que si bien nunca fue titular, cuando ingresó pecó de indivualista y jamás conectó con el equipo.
Emiliano Ramos era esperanza de gol, sin embargo, se lesionó ante Japón y en lo que jugó no logró desequilibrar.
También está el caso de Rodrigo Godoy, delantero de O'Higgins. Fue el seleccionado que llegó con más minutos este año en el profesionalismo (1510'). Pese a ello, Córdova nunca lo usó de titular.
El atacante jugó los cuatro compromisos y lo máximo que disputó fueron 45 minutos contra Japón cuando entró en el descanso. En el resto nunca superó los 17'.
Un Mundial que no prendió para Chile y que se va con más dudas que certezas.
